Los operarios de los talleres del Ferrocarril de Sóller están trabajando, desde hace meses, en un proyecto que verá la luz antes del próximo verano. Será por entonces cuando empiece a circular por las vías de Sóller un tranvía completamente nuevo, construido artesanalmente en los talleres.

Pero ¿qué aportará de nuevo este tranvía? La peculiaridad de este automotor es que antes de su remodelación era uno de los tranvías portugueses que circulaba por las vías de Sóller y que ha sido completamente reformado para convertirlo en uno de los tranvías clásicos. Será el cuarto de los automotores sollerics.

Del tranvía portugués poco rastro quedará de él. Tal y como explicó el jefe del proyecto, José Orvay, únicamente se ha aprovechado el chasis metálico, el grupo de motores y frenos así como las controladoras de conducción que están a cada lado del vagón.

Eso sí, el nuevo tranvía será 50 centímetros más largo que sus hermanos sollerics y también será ligeramente más ancho, una diferencia que viene obligada por las medidas de los tranvías portugueses.

Inspiración de Sóller

Como explicó Orvay, la estructura del nuevo tranvía sigue la fisonomía de los convoyes sollerics. Su estructura ha sido construida con maderas de iroco, sapelí y fresno.

El frontal redondeado característico de los tranvías portugueses ha sido cambiado por la forma poligonal a imagen y semejanza de los tranvías sollerics. En su techo se colocará un pantógrafo que captará la energía eléctrica de la catenaria.

La creación del automotor ha llevado muchas complicaciones a los operarios de los talleres del tren. De cada pieza se ha tenido que construir previamente una plantilla, lo que, a juicio de Orvay, "nos ha demorado mucho el trabajo".

El técnico explicó que con estas plantillas ya realizadas se agilizará el trabajo de transformación de los restantes tranvías portugueses que, a razón de uno cada año, cambiarán su fisonomía para adaptarse a la imagen de los sollerics.

Josep Orvay espera que los trabajos de construcción finalicen antes de la temporada veraniega para que esté en servicio durante los meses de mayor trabajo.

Durante estos días, los técnicos trabajan en el montaje de la instalación eléctrica y neumática del vehículo, al que posteriormente le acoplaran el boggie con los dos motores de propulsión AEG de 600 voltios de corriente continua.

El nuevo tranvía llevará por número el 22 para mantener así la nomenclatura de los vehículos de origen portugués.

La intención del Ferrocarril de Sóller -comenta Josep Orvay- es la de ir sustituyendo las carrocerías portuguesas por otras de nueva construcción que imiten los tranvías sollerics tradicionales.

Por eso, los trabajos que se realizan en el tranvía número 22 son, además, un experimento con el que la empresa prevé armonizar la estética de todos sus convoyes.