Pero la realidad es otra y el futuro des Sindicat parece lejos de cristalizar en un nuevo concepto. Hace casi medio año su propietario, el ´binissalamer´ Pau Ripoll, anunciaba que estaba en negociaciones con un grupo de inversores noruegos para tratar de vender parte del inmueble para uso turístico.

Un hotel de cinco estrellas para amantes de la naturaleza que requería de "entre doce y trece millones" para arrancar. "¿Quién va a gastarse todo ese dinero ahora?, quién quiere invertir aquí en estos momentos?" se preguntaba ayer Ripoll, quien sin embargo no descarta un futuro intento "cuando vuelva la temporada estival".

El principal problema está en el cambio de usos que sería necesario para reabrir el edificio. Un interés general que debería aprobar el Consell de Mallorca y que, en principio, estaba previsto que agilizara el ayuntamiento de Felanitx en la persona de su alcalde, Biel Tauler (PP).

"De momento no hemos vuelto a saber nada más, así que la cosa está parada". Para completarlo, estaba previsto que en la nave adyacente (construida con posterioridad y sin catalogar) de 1.000 metros cuadrados, se habilitara un gran restaurante de comida rápida y asequible para todo tipo de bolsillos.