"Antoni Maria Alcover sigue siendo un punto de referencia para nuestra Iglesia, nuestra tierra, cultura y lengua". Con estas sentidas palabras, el Administrador de la Diócesis de Mallorca, Mossèn Lluc Riera, dio por finalizada la plegaria que ayer tarde tuvo lugar frente a la tumba del lingüista e hijo ilustre de Manacor, en el 150 aniversario de su nacimiento en la possessió de Santa Cirga. El acto, que se llevó a cabo en el cementerio municipal de Son Coletes, concluyó con una ofrenda floral con los colores de la bandera catalana, a cargo del pequeño Sebastià Munar, el más joven de sus descendientes.

La directora de la Institució Alcover, Magdalena Gelabert, se refirió también a él y destacó por encima de todo su figura como "un hito importantísima dentro de nuestra cultura y sociedad".

Precisamente, acto seguido, la comitiva completada por distintos miembros del ayuntamiento de Manacor y personas ligadas al mundo de la cultura local, emprendió rumbo a la Institució, donde pudieron repasar su obra literaria y visitar la biblioteca en el casal de Can Socorrat.

Para concluir el día de reconocimiento eclesiástico, la parroquia de Nostra Senyoras dels Dolors se vistió de gala para acoger una misa solemne en su honor "y en acción de gracias por todo lo que significó su vida para nuestra ciudad", explicaba su rector, Andreu Genovart.

Estos actos debían haberse celebrado el pasado 29 de septiembre, aunque tuvo que ser pospuesto por el cambio de obispo.