Sebastià Sagreras Peixet, conocido empresario del municipio, uno de los socios de la actual promotora de la urbanización de ses Covetes (la primera, Marina Ernst SL, quebró durante el proceso) y padre del actual alcalde de Campos, se encontraba ayer en Menorca cuando su abogado le comunicó la noticia a primera hora de la mañana: "Todavía es muy pronto para hacer una valoración. Primero tendría que hablar con los demás socios para saber qué hacemos".

Aunque entre sus reflexiones, marcadas por un cierto hastío, se podían entrever las intenciones del grupo de inversores del proyecto fallido: "Si el Tribunal lo ha dicho deberá ser así. Si [los apartamentos] se tienen que tirar, que se tiren... Eso sí, aquí alguien se equivocó al otorgar la licencias y no fuimos nosotros, así que deberá asumir sus responsabilidades y pagar por ello", en clara referencia al Ayuntamiento y a la decisión municipal tomada en 1992. Peixet se mantuvo firme: "Llegaremos hasta donde tengamos que llegar, es lo menos que podemos hacer".

Este periódico intentó hablar sin éxito con su hijo y alcade de Campos, Sebastià Sagreras Júnior (PP), para conocer las intenciones del consistorio tras el auto judicial. El que sí que habló fue el concejal de Urbanismo y exalcalde del municipio, Guillem Ginard (+A), quien dijo no haber tenido la posibilidad todavía de leer el auto: "Supongo que mañana [por hoy] nos reuniremos con los servicios jurídicos para ver qué podemos hacer y si podemos recurrir".

Ginard se mostró preocupado sobre la responsabilidad última de la demolición: "¿Quién debe derribar ses Covetes?, ¿este Ayuntamiento?; la cosa no es tan fácil ni tan rápida, ¿podrán nuestros técnicos entrar en una propiedad que es privada para sacar los planos? No sé qué puede costar la demolición pero a buen seguro que no será barata; no iré yo con una pala y una azada... debemos tener paciencia y mucha prudencia para no complicar aún más el tema" concluyó.