La caída de rocas afectó a la zona donde suelen aparcar vehículos de los residentes y turistas que se dirigen a la cala de Banyalbufar. El desprendimiento se produjo el pasado 8 de noviembre y la imagen evidencia la magnitud de las rocas que cayeron al agua. Esta zona de la Tramuntana es proclive a este tipo de fenómenos geológicos.