Mallorca como gran plató de cine y publicidad. Esa es la premisa y el ansia de quienes ven en el sector audiovisual, la nueva vía económica para conseguir desestacionalizar el mercado isleño. Bifurcar el efecto llamada y atraer al turismo de una forma más sutil, como un icono filmado, un reclamo inserto el una película, en una serie o en una campaña de moda. Esa es la senda que quiere desarrollar el ayuntamiento de Artà.

Junto a Campos, es el único municipio costero de Mallorca que carece de planta hotelera en primera línea, y eso agudiza el ingenio captatorio. En 2010 aprobó una primera normativa para regularizar el rodaje de películas cinematográficas y anuncios de prensa y televisión. Sin demasiada experiencia y como primera consigna, se basó en la ya vigente en Formentera (casi mil euros por día de filmación), sin contar el poder de atracción ya adquirido desde hace años por la pitiusa menor. "Pronto nos dimos cuenta de que eran unas cifras un tanto elevadas y que si de verdad queríamos atraer a la gente de las series y el cine, debíamos ofrecer algo más, mejores condiciones", explica el concejal de Promoción Económica, Tomeu Gili (CxI).

De hecho las cifras de recaudación en 2011 daban ya una pista de lo erróneo del camino iniciado tan solo doce meses atrás. Poco más de 1.000 euros en 365 días; muy por debajo de las expectativas creadas inicialmente. Había llegado el momento de engranar una marcha más para competir, sobre todo, a nivel paisajístico. Sus 14 playas sin construcciones eran un punto a favor excelente.

El Ayuntamiento se puso entonces en contacto con la recién creada Mallorca Film Commission, dirigida por el cineasta Pedro Barbadillo, en una pensada estrategia de ida y vuelta: se bajarían los precios y se darían facilidades administrativas, si a cambio se introducía el nombre de Artà como escenario idóneo por los mentideros del sector. Dicho y hecho, tras meses de gestación, esta pasada semana la nueva normativa se aprobaba sin dificultades en el pleno ordinario.

Los precios

Si bien la tarifa máxima no varía en exceso (948 euros por día o fracción, si el tiempo de rodaje es inferior a 15 días), sí que lo hacen las deducciones. A partir de las dos semanas de filmación el precio por jornada se reduce directamente a la mitad, o sea, hasta los 474,27 euros. Un montante mucho menor, incluso, si tan solo se trata de sesiones fotográficas, por las cuales el consistorio cobrará un máximo de 158,27 euros por día o fracción.

Pero todavía hay más. Cuando, aún sin la utilización expresa del nombre de Artà, "se pueda apreciar de forma clara que la filmación o las sesiones de fotos han tenido lugar en enclaves típicos" del municipio, la bonificación será del 50%. Si además de ello, el nombre aparece junto al del producto publicitado o la serie en cuestión, la rebaja será del 75%. Y si "excepcionalmente, cuando de las campañas publicitarias se puedan derivar ventajas sustanciales tanto para la imagen como para la promoción turística de Artà", será gratis.