En Manchester, las autoridades locales están muy mosqueadas. Para el domingo esperan la llegada de más de 2.000 estudiantes, lo que no debería ser motivo de preocupación en sí. El problema es a lo que vienen esos jóvenes. Se les ha convocado a una gran concentración festiva en la que el alcohol se lleva el protagonismo. Fuera libros y apuntes y vivan los bares, podría ser su lema. Los precedentes no invitan al optimismo. Concentraciones etílicas parecidas han sido muy polémicas: en una de ellas, hubo jóvenes que fueron pillados orinando en monumentos que homenajean a las víctimas de guerra. Llegados a este punto, quizá alguien se pregunte qué relación tiene todo esto con el municipio de Calvià. Pues la tiene. Un diario local, el ´Manchester Evening News´, recoge unas declaraciones de un político de la corporación municipal. Dice que no le gustaría que el centro de la ciudad se convierta en una zona como Magaluf. "No queremos ver a masas de juerguistas bebidos yendo de bar en bar, ignorantes de los problemas que causan", declara, retratando desde Manchester la cotidianeidad de Punta Ballena.