Más de 10.000 personas, según los cálculos del ayuntamiento, pasearon ayer las calles de Esporles para disfrutar de la gran variedad de dulces expuestos en su cita ferial: desde repostería tradicional y casera hasta pasteles con glaseados y coberturas creativas y coloridas. Hubo unas 150 paradas de comida y artesanía repartidas por las calles más céntricas del pueblo. Este año los 'muffins' y los 'cupcakes' se mostraron como los dulces de moda, en detrimento de los pasteles, de los que se vieron menos alternativas que el año pasado. La convocatoria fue tan exitosa como otros años, lo que quedó plasmado en la elevada afluencia de público. A partir de las 10,30 horas, hubo retenciones de más de un kilómetro en la entrada por carretera desde Palma. Además de la pastelería, la jornada se completó con exposiciones nupciales (Casa't a Esporles), de coleccionismo y de alfarería (Artteula).