Un proceso de venta con giros inesperados

Después de que jeques árabes y empresarios como Christopher Skasse mostrasen interés por la finca, en 2001 parecía que la oferta de la diseñadora alemana Jil Sander sería la definitiva. El montante que ofreció ascendía a 8,4 millones de euros.

El Consell de Maria Antònia Munar hizo su aparición en 2002

Cuando la operación estaba a punto de culminar, el Consell, presidido en aquel entonces por Maria Antònia Munar, ejerció su derecho de tanteo y retracto y, con la ayuda del ministerio de Medio Ambiente, con Jaume Matas a la cabeza, igualó la oferta. En 2002, la possessió pasaba así a manos públicas.

Propuestas variopintas de usos

Desde su compra, los políticos hablaron de dar a la finca diferentes usos. Se habló de ella como posible sede de la Fundación Parques Naturales e incluso, en época de Rodríguez Zapatero, se sugirió la posibilidad de que albergase la sede de la Alianza de las Civilizaciones y un Observatorio Euromediterráneo.