Hay plantas raras, costeras, que lejos de estar dañadas por los vientos salados del litoral mediterráneo, viven de ellos. El Socarrell o la Saladina son dos especies botánicas que en otro tiempo llenaban el enclave de Sa Cuguça, en la zona de Ca los Cans, cerca de la Colònia de Sant Pere. Pero la entrada continuada de vehículos de tracción durante los meses de verano han erosionado de tal forma el terreno, que el ayuntamiento de Artà llegó a temer por su supervivencia. Ahora junto al Consell de Mallorca ultiman el proyecto de rescate basado en la instalación hasta 157 estacas de madera para impedir, de una vez por todas y tras la instalación hace meses de señales de prohibición, el paso de motores por el espacio protegido.

Hace un año y medio, en mayo de 2011, Ca los Cans era catalogado como espacio BIC (Bien de Interés Cultural) bajo la tipología de zona arqueológica. Otra de las características de un paisaje único. "La voluntad del Ayuntamiento es la de potenciar el turismo cultural, patrimonial y familiar dentro de los principales valores del municipio, el paisaje, el territorio y el patrimonio", explica el concejal de Medio Ambiente, Cultura y Patrimonio, Guillem Caldentey (I-EV).

Él mismo ya empezó, cuando estaba en la oposición municipal, a tantear ayudas de cara a su protección turístico-territorial por parte del Govern o Demarcación de Costas. No hubo respuesta afirmativa. Años después los euros han llegado desde el ámbito insular y con la flora como ´excusa´.

El presupuesto, de casi 10.000 euros, queda compartido entre el consistorio, que se hace cargo de los materiales y el alquiler de las máquinas (3.658,92 euros), y el propio Consell, que ha auspiciado la redacción del proyecto y la mano de obra (algo más de 6.000).

Trabajos y entrada

Ayer, operarios del Consell todavía trabajaban en la instalación de las estacas por medio de pequeñas máquinas perforadoras. Es la recta final, el reposo para hacer revivir un suelo tan castigado "que tardará años en poderse rehabilitar como terreno fértil para que el Socarrell y la Saladina puedan rebrotar y la zona aumente su valor", subraya Caldentey.

Eso sí, se dejará una entrada de urgencia a través de una barrera levadiza, que solo se abrirá en caso de que agentes de seguridad, bomberos o equipos de rescate tengan que seguir el camino hacia la costa. "El objectivo es limitar la circulación y estacionamiento de vehículos, causantes de la considerable degradación de este sitio emblemático y bellísimo de la Colònia de Sant Pere".