Es un hombre sereno, tranquilo. Pulcro como el ambiente en el que trabaja. Onofre García Prohens (Inca, 1969) continúa con el oficio familiar de manera aparentemente desahogada, aunque él insista que sus clientes no son los difuntos sino sus familiares y que el negocio funerario también padece la crisis. Desde 2007 dirige el Parc de l´Auba (dentro de Pompas Fúnebres de Manacor), el único cementerio, tanatorio y crematorio privado de la Part Forana.

—¿De dónde le viene el oficio?

—Mi bisabuelo fabricaba ataúdes en Felanitx antes de la Guerra Civil. Después mi abuelo montó en 1942 una especie de funeraria en Inca que ahora es de mis tíos. Nosotros vinimos a Manacor en 1975 cuando compramos la funeraria de Sa Moladora.

—¿Cuándo estudiaba ya se veía heredando el negocio?

—La verdad es que como siempre he vivido con ello no me planteé otra cosa de manera seria. Me gusta.

—¿Tiene algún inconveniente?

—Diría que básicamente dos. Uno tiene que ver con la típica broma del ¡qué bien estás que tus clientes no se quejan nunca! Siempre les digo que mis clientes no son los muertos sino sus familiares vivos. El otro handicap es el del estado anímico en el que llegan; hay que tener mano izquierda. Tenga en cuenta de que en esta profesión un pequeño error, como un simple pinchazo del coche fúnebre puede ser bestial.

—¿La muerte es un negocio seguro?

—Ahora el mercado está liberalizado, es decir, que el usuario tiene la posibilidad de elegir qué empresa quiere. Ya no existe esa compartimentación de un pueblo, una funeraria. El cementerio en sí no es un negocio, es parte de una serie de servicios más amplios. Es cierto que se trata de un mercado cerrado en el sentido de que la gente muere, pero se gana más con los extras, todo suma.

—¿Cuántos cementerios con estos servicios privados hay en Mallorca?

—Bon Sosec y nosotros. En la península hay más pero funcionan con concesiones de entre 30 y 40 años. La diferencia está en que aquí los clientes son propietarios. Los nichos pagan 7 euros al año de IBI, o sea que en un caso extremo podrían llegar a embargarse.

—¿Cuánto vale una tumba en propiedad?

—Desde que abrimos hace cinco años no hemos tocado el precio: 3.400 euros. De esta forma se evita la especulación. El cementerio se explota como si fuera una comunidad de propietarios.

—¿Especulación?

—Así es, alguna vez ha habido interés por comprar 15 tumbas para esperar venderlas por más dinero al cabo de unos años. Pero no hemos vendido.

—¿A qué se refería antes con el ´todo suma´?

—Me refería a que nosotros prestamos unos servicios integrales, desde la recogida del difunto y el velatorio hasta repatriaciones, tanto hacia el extranjero como a territorio nacional, toda la parte de gestoría, pensiones, registro civil, las flores, cirios, los jarrones el sacerdote... Además del crematorio y el cementerio. Más del 50% de los ingresos provienen de elementos que no son necesarios y que hacen que algunos entierros suban hasta los 4.000 o 6.000, cuatro o cinco veces más de lo básico. Vamos ver como nos afectará la subida del IVA reducido...

—¿Cuántos empleados trabajan en el Parc de l´Auba?

—Somos 17 en plantilla y yo.

—¿Cuántas tumbas tiene el cementerio?

—La primera fase construida fue de 457 nichos que ahora está ocupada al 70%. Para después está prevista una segunda que llegaría hasta las 1.200 tumbas.

—¿La crisis ha hecho aumentar las incineraciones?

—En parte sí. Es más barato incinerar que enterrar y con un solo pago está todo solucionado. Es más higiénico y los restos están desvinculados del cementerio, no son considerados restos humanos así que el familiar se los puede llevar. Actualmente las cremaciones representan entre un 30 y un 40% del total, aunque depende de la edad. El porcentaje se dispara hasta un 70% entre jóvenes fallecidos en accidentes, mientras que entre el mallorquín tradicional tan solo es de un 10%. En cifras comarcales hemos pasado de las 170 incineraciones de 2008 a las más o menos 340 previstas para este 2012.

—¿Incineran animales de compañía?

—No, pese a que nos lo han pedido en reiteradas ocasiones, ni creemos que sea ético ni tenemos los permisos específicos para ello.

—¿Cuánto vale a día de hoy incinerar y cuánto un enterramiento básico?

—Incinerar unos 500 euros, mientras que un entierro sin complementos cuesta alrededor de 1.200.

—¿Por qué modalidad optan los extranjeros?

—O son repatriados o son incinerados; evidentemente todo depende del poder económico. Un inmigrante sudamericano o africano opta mayoritariamente por la cremación mientras que los extranjeros muchas veces son repatriados, lo que vendría a costar unos 6.000 euros.

—¿Si muriera, cómo puede saber mi familia qué quiero que hagan con mi cuerpo?

—Existe un certificado de últimas voluntades, una herramienta legal y gratuita que ofrece la Conselleria. Hay que decir que no se trata de un testamento sino de un registro telemático al que un médico puede tener acceso en vida.

—¿Qué problema hay para que las autopsias no puedan volver a realizarse en Manacor?

—Es un tema básicamente político. El Instituto de Medicina Legal dependiente de Justicia quiere que el servicio esté centralizado para mayor comodidad de los médicos forenses. Pero creo que es solo una excusa ya que en la clínica que hay en los juzgados de Manacor siempre hay un forense para cualquier problema...

—¿En la actualidad este sería el único sitio de la comarca donde podrían realizarse?

—En Manacor ya han cerrado tanto el tanatorio del cementerio municipal como el que existía en el hospital. Otra de las razones que alega el Ministerio es porque somos un servicio privado, pero hay que recordar que tanto en Eivissa como en Menorca se practican autopsias en tanatorios privados, por no hablar de los 25 repartidos por la Península.

—No sabía que unos servicios funerarios también pudieran tener un certificado de calidad ambiental.

—Efectivamente. Además de tener el ISO 9001 y el ISO 14001, hace unos días que recibimos el TÜV Reihland por el que hemos trabajado durante dos años siguiendo un protocolo medioambiental de reducción del consumo de electricidad, de combustibles o en el aumento del reciclado. Muy valorado en el extranjero. En Mallorca somos los únicos que hemos pasado esta auditoría.

catálogo de ataúdes

¿Existe algun modelo que se fabrique en Mallorca?

Las denominadas arcas mallorquinas que salen del taller de Vicenç Vidal de Palma. No existen en ninguna otra parte del mundo. La parte de abajo es de ángulos rectos mientras que la tapa tiene forma abovedada. Sin ornamentos, el ataúd está también forrado de tela negra en el exterior. Sus demandantes son nobles, monjas y sacerdotes.

el temor

¿Es cierto que tuvieron que retirar la exposición?

Es curioso el temor o el respeto que todavía mucha gente le tiene a los ataúdes. Tuvimos que bajar la exposición al sótano porque incomodaba. En cambio la vitrina con la urnas para las cenizas es vista con simpatía.