En Calvià existe una ordenanza contra la prostitución callejera, que considera ilegal esta actividad al equiparla a una actividad económica que se ejerce sin licencia. La normativa contempla incluso el recurso a la vía penal en el caso de infracciones reiteradas, al atribuir a la denunciada un delito de desobediencia a la autoridad. Sin embargo, los jueces no se han mostrado nunca muy por la labor de legitimar este supuesto al considerar que se trata de una infracción meramente administrativa. Así las cosas, existe entre los círculos políticos y policiales de Calvià la sensación de que tienen las manos atadas para atajar este fenómeno. Como explicó recientemente el inspector jefe de la Policía Local de Calvià, José Antonio Navarro, en una entrevista con este diario, "la única solución que nos queda es jercer mucha control sobre esta actividad para que no cometan delitos". Además, queda el recurso de identificarlas para determinar si tienen regularizada su situación en España. En caso contrario, se entregan al Cuerpo Nacional de Policía para que inicie un expediente de expulsión.