El hallazgo de que los Cossiers de Montuïri están ya documentados en 1750 –y no en 1821 como constaba hasta ahora–, constituye una de las más destacadas aportaciones de las II Jornades d´Estudis Locals 2012 celebradas recientemente. El historiador, periodista, antiguo Cossier y ahora maestro, Joan Socies Fiol, ha demostrado que los tradicionales bailarines de la localidad existían, cuanto menos, setenta años antes de lo que se creía.

Completando el hallazgo, el investigador santayiner Cosme Aguiló esgrimió la posibilidad de que hubiera constancia de sus bailes en 1732 al mostrar una teja pintada de la iglesia parroquial fechada de ese año y en la que había una figura que bien pudiera corresponder a la Dama.

La fecha más antigua que señala la presencia de los Cossiers en Mallorca corresponde a 1544, en Sóller. Es también allí donde salió a luz que "en el año 1596 se pagó a un pintor por ilustrar las máscaras de los Cossiers". En Montuïri y antes de la nueva teoría de Socies era sabido que la referencia más alejada de los bailarines era la registrada en un libro de actas del Ayuntamiento correspondiente a 1821. El Llibre de Comptes de la Comfraria dels Santíssim Sagrament y Sant Bartomeu 1694-1849 (que pertenece al archivo parroquial de Montuïri y que se halla en el archivo diocesano) menciona la "paga per los cascavells per los balladors de cosis 2 l 8 s i per sabates a los Coziloes 3 l" cuando cita las cuentas de la obreria de Sant Bartomeu de 1750. Joan Socies resalta que, antes de este año, no se encuentra ninguna otra referencia a los bailes, "ni en este libro ni en ningún otro".

El actual maestro de los Cossiers de Montuïri comenta en su valiosa comunicación que en estos años del siglo XVII ya "encontramos identificado el número de balladors, puesto que se compran siete pares de zapatos y, además, hallamos definida la palabra Cossier." Observa que "cada año estrenaban zapatos nuevos y que la obrería de Sant Bartomeu les pagaba una cena, supuestamente la del día 23, y la comida, también presuntamente la que correspondería al 24 de agosto, día del patrón".

Sus investigaciones conducen a otra novedad histórica: la de constatar que la Dama utilizaba una máscara. Se sabe porque en 1754 se pagó "mes per les sabates de los cossiers, per la bandera del campanar i per la mascara de la Dama, y per cascavells per los cossiers y per el salari de ells 6 l 10 s. Mes per trons del dia de la festa". La máscara o cara de la Dama aparece también en 1758 y 1767.

Por otra parte la denominación de Bovo, en referencia al Dimoni, es utilizada ya en la descripción de los gastos de vestuario de 1812. Afirma Socies que "aparece ahora un personaje [Bovo] que según el Arxiduc Lluís Salvador estaba también presente en los Cossiers de Porreres y Campos. Por tanto y conociendo la presencia de personajes similares [los bobos] en las danzas de figura de la Península y de Europa, podríamos pensar en un origen común, como elemento divertido que podía hacer lo que quería el día de la fiesta y que evoluciona a lo largo de los años".

Otros aspectos que remarca en su investigación, es el hecho de que "en los años 1835 y 1840, la obrería pagó a los maestros de Cossiers por enseñarles" y que el libro de obrería del Nom de Jesús y Sant Roc dice que participaban en la fiesta de Sant Roc el 16 de agosto y que así se recoge en los años 1759, 1760 y 1762.