La historia de la base militar del Port de Sóller está ligada a un triste episodio que se produjo el 27 de junio de 1946 cuando, en el transcurso de unas maniobras navales, el submarino C4 chocó accidentalmente durante su ascenso contra un buque de guerra y murieron los 44 tripulantes que estaban a bordo ese día.

?En las maniobras participaban los submarinos C2, C4 y General Sanjurjo junto con los destructores Alcalá Galiano, Churruca y Lepanto. Tras recibir órdenes, los navíos entraron en acción. Pero a las 13,55 horas la tripulación del destructor Lepanto, último buque de la formación, contempló atónita cómo emergía a escasos metros de su babor el submarino C4. La reacción resultaba imposible. La tragedia era inminente tras un fatal error que se produjo en la interpretación de las coordenadas.

?El Lepanto impactó contra la zona comprendida entre el cañón de proa y la torreta a una velocidad de 14 nudos y el sumergible prácticamente quedó partido en dos. La situación geográfica del accidente fue a 13 millas del Morro de la Vaca, en sa Calobra, y sus restos descansan en la actualidad a una profundidad aproximada de 300 metros.