Un grupo de vecinos de la zona histórica de Portocolom se concentraron ayer frente al viejo edificio del bar Els Tamarells, para protestar por los planes de la propiedad para derribarlo y construir una vivienda de tres alturas y hasta trece metros de altura. Según los vecinos "esto rompería con el carácter tradicional del puerto y con la imagen que se tiene de Portocolom por todo el mundo".

Y es que además de la demolición del inmueble dels Tamarells, en el estudio de detalle que ya ha sido presentado en la regiduría de Urbanismo del ayuntamiento de Felanitx, también se incluye la vivienda adyacente del mismo propietario.

Joan Picó, portavoz del colectivo alerta de la situación y anuncia la respuesta vecinal: "Se trata de un conjunto histórico amenazado y que hay que cuidar. No nos negamos a que se reforme y que sea modificado por dentro, simplemente pedimos que el estilo y la volumetría se mantenga". "De momento nos hemos asesorado y ya hemos contratado a la abogada Maria Adrover para que nos asesore en los pasos a seguir".

Hace unos días los vecinos más próximos al bar (que lleva cerrado desde finales de verano) recibieron una carta del ayuntamiento de Felanitx explicando la situación y dándoles un plazo de hasta 15 días a partir del pasado 28 de febrero, para que pudieran registrar sus alegaciones. De momento se han presentado cerca de 40, divididas entre tres grupos organizados "para que al menos el proceso administrativo se ralentice y más gente conozco la situación y la problemática estética y patrimonial que derruir el edificio supondría para Portocolom", señala Coloma Adrover.

El inmueble del bar Els Tamarells fue construido en 1931. Casi siempre como bar de pescadores y durante mucho tiempo como único establecimiento de sus características abierto en invierno en Portocolom, primero se denominó Can Cosme hasta que en la década de los años 50 pasó a llamarse Can Bassa. A partir de finales de los 60 ya fue rebautizado con el nombre que lució hasta hace unos meses.