Todos los partidos se felicitaron mutuamente por el consenso alcanzado en la presentación de alegaciones a la modificación de la Ley de la Función Pública que pretende eliminar el requisito del catalán en la administración pública. La corporación aprobó por unanimidad el punto en el que se ratificaba la propuesta, un documento "tratado con respeto por los partidos, sin luchas de protagonismo", según el alcalde.

Por otra parte, los presupuestos de 2012 se retiraron del orden del día y se debatirán en un pleno extraordinario el 7 de febrero.