Festes de Sant Antoni a Manacor

Manacor bendice sus costumbres y critica los recortes lingüísticos y el olvido agrario

s. sansó

Con las Beneïdes se suele correr casi siempre el mismo riesgo: el de sobrepasar el fino tránsito que separa la reivindicación de las costumbres y raíces agrícolas con el del homenaje folclórico a aquello que, poco a poco, es más un recuerdo que una realidad palpable. Por eso, pese a tener eminentemente el mismo guión general de años anteriores, la bendición de Sant Antoni de ayer en Manacor, tuvo toques para el recuerdo.

El primero, la constatación de la defensa de valores propios en forma de gloses de protesta contra la devaluación del catalán prevista por el nuevo Govern de José Ramón Bauzá, a quien se le rindió ´tributo´ en varias carrosses y los recortes generales anticrisis. El segundo, inversamente proporcional, el asentamiento de la figura de Antoni Pastor, maltrecha por el puente de Porto Cristo pero reforzada tras los últimos acontecimientos político-lingüísticos.

Junto a él y en representación autonómica, estuvieron presentes los consellers de Medio Ambiente y Educación, Biel Company y Rafel Bosch respectivamente, y faltaron a la cita, los dos regidores ´rebeldes´, el senador Llorenç Bosch y Antoni Servera.

El tercer toque: la recuperación de vestuarios típicos del siglo XVIII, el espectacular aumento de niños con sus mascotas y el primer concurso de dibujos de Sant Antoni. Para olvidar: el altercado entre varias personas por conseguir ver las Beneïdes desde la primera fila y en que tuvieron que intervenir los jefes de la Policía Local y Nacional.

Estos fueron los ganadores de esta edición de 2012 en la categoría de carrosses: el primer premio fue para Sa Formatgera, el segundo Son Ravanell, sa porquera de Sa Marina y la tercera posición fue para Sa Botiga.

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