El ayuntamiento de Inca está decidido a evitar excesivos desmadres en la noche más movida del año en la ciudad del Raiguer. Un decreto firmado por el alcalde Rafel Torres (PP) regula las condiciones que deberán asumir los propietarios de establecimientos nocturnos durante la ´revetlla´ del Dijous Bo que se celebrará en la noche del próximo 16 de noviembre, en la víspera de la feria más importante del otoño mallorquín.

Los requisitos más significativos que deberán cumplir los bares nocturnos que, tradicionalmente, trasladan esta noche su actividad al exterior de los locales ante la avalancha de jóvenes que acuden a la marcha del llamado ´Dimecres Bo´ están relacionados con el ruido, la suciedad y la seguridad.

El decreto establece que las carpas que suelen instalar los establecimientos de ocio nocturno en la calle sólo podrán estar cubiertas en el techo, mientras que los laterales deberán estar destapados para facilitar la movilidad de la gente.

Asimismo, el horario máximo de cierre de los locales se sitúa en las cinco de la madrugada. Media hora después, todas las instalaciones deberán estar desmontadas para dejar vía libre a los comerciantes que, con motivo del Dijous Bo, empezarán a ocupar las calles de Inca.

Otras medidas están vinculadas a la venta de bebidas. El decreto de alcaldía prohíbe de forma expresa la comercialización de latas y de botellas y vasos de cristal en todo el recinto de la ´revetlla´. Otras iniciativas relacionadas con la higiene se refieren a la obligación de instalar un mínimo de dos baños por recinto y a la prohibición de sacar las bolsas de basura a la calle después de que el Ayuntamiento haya realizado la recogida de residuos. Los bares deberán almacenar la basura generada durante la ´revetlla´ hasta que finalice la feria del Dijous Bo.

Por otra parte, uno de los principales objetivos del Ayuntamiento es evitar en la medida de lo posible las molestias a los vecinos del centro de la ciudad, por lo que decreta una limitación de 6.000 vatios de potencia en los aparatos de música que usen los locales de ocio. Además, cada uno de los establecimientos de ocio deberá contratar a un agente de seguridad para evitar posibles incidentes. También deberán presentar un plan definido del recinto y una póliza de seguro de responsabilidad civil para cubrir los gastos de posibles deterioros.

Con la voluntad de aplacar la práctica del botellón, se prohibirá el consumo de alcohol en la calle fuera del ámbito de los recintos delimitados de los locales.