El malestar existente en el seno de la Policía Local de Alaró entre agentes y el oficial responsable del cuerpo ha provocado la presentación de una carta dirigida al alcalde y firmada por siete de los ocho policías de la plantilla en la que piden el cese de su jefe por "pérdida total de confianza".

Desde el consistorio han optado por solucionar la cuestión de inmediato, creando una nueva plaza de oficial para que la persona que se incorpore a la plantilla se encargue de reorganizar el servicio policial con nuevos métodos.

Los agentes consideran en la carta que su actual superior está incapacitado para organizar las labores más básicas y cotidianas, añadiendo que tampoco atiende las peticiones y sugerencias de los policías, "lo que provoca desmotivación de los agentes, que la mayoría de las veces realizan servicio más por iniciativa propia que por instrucciones de nuestro jefe". El texto no ahorra detalles a la hora de subrayar las carencias que, en su opinión, presenta el oficial, y así cita que se cubran con servicios mínimos días de fiestas patronales, que no se escucha la petición de compra de chalecos protectores, que recientemente colgó el teléfono cuando unos agentes pedían ayuda o que tiene un horario a su medida. También le reprochan la desorganización que existe en los turnos –afirman que a veces, por la mañana, hay cuatro agentes, y el mismo día por la tarde, solo uno–, y que la relación con el cuerpo de policía de Binissalem y Lloseta, o con la Guardia Civil, es inexistente.

Defensa

Tras haber recibido la carta con las quejas de los agentes el jefe de la policía ha redactado un escrito de defensa en el que considera falsas las acusaciones y las achaca a animadversiones personales. El oficial jefe destaca que en Alaró, por habitantes y número de agentes, el trabajo que él lleva a cabo debería realizarlo un subinspector, tal y como marca la ley.

El responsable policial considera que algunas de las peticiones no pueden atenderse por circunstancias económicas, y se defiende de la nula relación con la Policía de otros pueblos, adjuntando informes realizados por los jefes policiales de estos cuerpos. Asegura que siempre atiende las llamadas telefónicas de sus agentes por urgencias.

La solución que ha puesto en práctica el equipo de gobierno ha sido la de contratar un nuevo oficial de policía. El pleno municipal ya ha aprobado la creación del puesto de trabajo, que este año se financiará en base al superávit de 2010 y después obligará a reducir plazas de interino o policías turísticos. El alcalde, Joan Simonet, prevé que la incorporación del oficial y la puesta en marcha de la reorganización del cuerpo comience a finales de este mes.