En marxa, ja! Este es el grito de los partidarios de la recuperación efectiva de la línea histórica de tren hasta Artà con prevista extensión hasta Cala Rajada. El ayuntamiento de Son Servera acogió ayer un acto reivindicativo en el que no faltaron los alcaldes de los diferentes municipios de la comarca de Llevant, a excepción de Manacor, dirigido por Antoni Pastor, del PP. Y es que esta reivindicación de que se reanuden ya las obras y se cumpla el convenio ferroviario que engloba Manacor-Artà-Cala Rajada no cuenta con el apoyo del PP. Los conservadores, de Manacor y de los otros municipios, protagonizaron un desmarque que constata que mantienen un discurso distinto.

El Manifest pel tren de Llevant 2011 reclama que se retomen las obras del tren; se cumpla el convenio ferroviario; se negocie con el Ministerio de Fomento la adenda anual de las aportaciones, y que se haga un calendario real para la finalización de la línea hasta Artà y la continuación hasta Cala Rajada. "Hace 14 años que pedimos que el tren llegue. Tenemos razones y argumentos. Existe el dinero. La comarca es un llamamiento a favor del tren. Por ello volvemos a convocar una movilización de toda la comarca día 6 de noviembre en Son Servera. Será la octava marcha por el tren. También se recogerán firmas para presentar al presidente del Govern y a la Delegación del Gobierno", informaron.

En la movilización del 6 de noviembre arrancarán caminatas desde los distintos pueblos para concentrarse en Son Servera. Se invita a la ciudadanía de toda la isla a participar en esta reivindicación. "Y las manifestaciones no acabarán aquí", advirtieron.

La decisión del nuevo Govern del PP de suspender las obras por la delicada situación económica y la falta de transferencia económica de Madrid a Balears, disgusta en gran medida tanto a los gobernantes de formaciones de centroizquierda de Sant Llorenç, Son Servera, Artà y Capdepera como a miembros de otros colectivos.

Pere Cortada, de la Plataforma pel Tren de Llevant, criticó que la paralización de las obras del tren supone un grave desperdicio de dinero y un incremento de los costes. "Nos sentimos engañados y ciudadanos de segunda categoría", criticó en voz alta. En esta línea, los presentes al acto de ayer calificaban de "vergonzosa" la situación actual.

Los defensores del tren destacan que es un bien "por necesidad, comodidad y seguridad, sostenibilidad y actividad económica generada". La indignación por la suspensión de las obras crece.