Ser ornitólogo por un día, estar en contacto con las aves y vigilar su supervivencia. Esta es la sensación que experimentaron los niños que ayer se acercaron hasta el Prat de can Cullerassa y participaron en una jornada de aproximación a las aves, actividad organizada por la Reserva Natural de s´Albufereta en conmemoración del Día Mundial de las Aves.

Los más pequeños de la casa conocieron de cerca el procedimiento a seguir de los técnicos de la reserva natural que se encargan de vigilar el impacto que puede haber ocasionado en las aves la recuperación de la zona del Prat de Can Cullerassa, actividad que finalizó en abril y que financiaron el Govern y la Fundació la Caixa. Hasta esta intervención, esta zona se había convertido en un vertedero de escombros y restos de obra que se acumularon durante los años 70 y 80, degradación de la que hoy no queda rastro.

El ornitólogo Carlos Herrero desentrañó los secretos de su labor a los niños haciendo hincapié en las tareas de anillamiento de las aves, técnica que pudieron ver de cerca. Primero, con la captura de dos aves, un ruiseñor bastardo (cettia cetti) y una curruca cabecinegra (sylvia melanocephala) y posteriormente con la colocación de un anillo que les permitirá controlar su evolución. En este sentido, Herrero asegura que "aún es pronto para avanzar los resultados del estudio sobre el impacto de la restauración de la zona", aunque confiesa que en las aves acuáticas "se ha registrado un notable aumento de las crías y es un factor muy positivo".

A pesar que en s´Albufereta pasan a lo largo del año cerca de doscientas especies diferentes de aves, las que actualmente anidan en la reserva presentan unas características diferentes a las aves que migran. La más significativa es que disponen de menos grasa, ya que su esfuerzo es menor y son más ágiles al pesar solo alrededor de quince gramos.

Además de acercar el mundo de las aves a los niños y concienciarles de la importancia de su presencia, otro de los objetivos de los técnicos de la reserva natural es promocionar entre los jóvenes la riqueza de s´Albufereta. "Se trata de una reserva poco conocida que podríamos calificar como la eclipsada hermana pequeña de s´Albufera de Muro y tenemos que empezar a ser concientes de su valor", alenta Herrero.