El mapa del esfuerzo fiscal en la Part Forana evidencia una realidad bien diferenciada marcada por la geografía. En concreto, entre la costa y el interior de la isla. En los principales polos de economía turística, donde bullen los ingresos del sector servicios, la cantidad de euros que paga de media cada habitante llega a quintuplicar en algunos casos la de los términos municipales de interior, donde ese bullicio económico se ve sólo de lejos.

Así, si se trazase una clasificación de los 10 municipios donde los vecinos pagan más gravámenes de media, el resultado sería inequívoco y con una característica singular: la mayoría de ellos destacan por ser municipios de litoral con un peso preponderante del sector terciario.

A la cabeza, se situaría Deià, donde cada vecino abona un promedio de 1.845 euros. Un dato que se extrae de un listado hecho público recientemente por el ministerio de Economía y Hacienda, a partir de la liquidación de presupuestos de las entidades locales durante el año 2009.

Dicho estudio recoge las cantidades precisas de los impuestos directos, indirectos y tasas consignados en las cuentas municipales por los consistorios.

El caso de Calvià

Después de Deià, vendría Sant Llorenç des Cardassar, donde cada vecino soporta una media de carga fiscal de 1.407 euros. A continuación, figuraría el segundo municipio en importancia económica y demográfica de Balears, Calvià (1.342 euros).

Una realidad que no es nueva y que los equipos consistoriales han contrarrestado con el argumento de la elevada exigencia de los servicios públicos que se ofrecen en el municipio y la destacada inversión per cápita.

En cualquier caso, entre los grandes municipios de la Part Forana, el de Ponent es el de mayor presión fiscal por habitante. Así lo evidencia la comparativa con los casos de Manacor (641 euros per cápita), Llucmajor (610 euros), Inca (599) y Marratxí (557).

Al margen de estos casos, la lista de diez municipios con presión fiscal más elevada la completan: Escorca (1.336 euros), Alcúdia (1.180), Andratx (1.155), Santanyí (1.057), Muro (1.034), Valldemossa (995) y Capdepera (986 euros).

El otro extremo

Una situación bien distinta presentan los municipios de interior, donde el sector servicios no tiene tanto peso y la economía turística es una nimiedad. El siguiente dato es sintomático: de los diez municipios donde sus vecinos pagan menos impuestos de media per cápita, nueve corresponden a la comarca del Pla de Mallorca, de raíces agrarias y tradicionales.

El pequeño pueblo de Ariany encabeza este particular top ten del esfuerzo fiscal más laxo. Cada vecino de esta localidad paga un promedio de 241 euros en concepto de impuestos, según los datos extraídos del ministerio de Economía y Hacienda, a partir de las últimas liquidaciones presupuestarias.

Acto seguido, a escasa distancia, se situarían los términos de Vilafranca (con una media de 245 euros), Lloret de Vistalegre (266 euros), Llubí (269 euros), Maria (324), Algaida (342), Sineu (369), Montuïri (371) y Costitx (373).