Hace más de veinte años que el ayuntamiento de Felanitx adolece del mismo problema: la acumulación casi incontrolada de expedientes de infracciones urbanísticas y de demolición. Sólo durante la última legislatura, el pleno municipal llegó a aprobar más de cien, sin que, por el momento, ninguno de ellos haya acabado con la ejecución efectiva de la resolución.

Por esta razón, el alcalde de Felanitx, Biel Tauler (PP), está organizando una reunión con todos los partidos con representación municipal, para determinar qué hacer exactamente con esos expedientes, pero sobre todo, determinar un criterio claro a la hora de saber por qué inmueble ilegal se empieza, si por el más importante, el más reciente o el más antiguo.

"Por lo menos vamos cumpliendo con las normas y sancionando a los infractores. En este sentido, vamos muy por delante de otros municipios", explica Tauler, quien expresa su impotencia ante la falta de recursos y de un criterio para poder ejecutar lo iniciado: "Espero que pronto podamos empezar de una forma coherente y justa".

Por otro lado y siguiendo el problema avanzado anteayer por Diario de Mallorca, el Ayuntamiento intensificó durante toda la mañana de ayer la vigilancia técnica en Portocolom para hacer cumplir la ordenanza que prohíbe realizar cualquier obra molesta a menos de 100 metros de un núcleo costero desde mayo hasta octubre. Numerosos vecinos y turistas habían advertido de ruidos y molestias a lo largo de la zona urbana.

Curiosamente ninguno de la decena de edificios en obras de Portocolom se halla en la zona de confluencia de los hoteles, lo que ha molestado más si cabe a los residentes habituales de las segundad residencias.