Tres banderitas españolas sobre una alambrada recibían ayer al visitante. Un poco más adelante, en una mesa se vendían enseñas rojigualdas. La grande, a tres euros. La pequeña, a dos euros. El rojo y el amarillo adornaban también algunas gorras, camisetas... Y el anillo de una de las presentes, quien, con un móvil con los colores de la bandera nacional, hacía fotos al protagonista de la jornada: el toro de Osborne, situado entre Algaida y Montuïri, al lado de la carretera Palma-Manacor.

Durante la mañana, en una iniciativa promovida por la Federación de Peñas Taurinas, Polillas de Baleares, el Círculo Balear y Tertulias del Mesón –un colectivo este último que se autodefine como "gente de derechas decepcionada y preocupada por lo que está pasando en este país"–, un grupo de voluntarios devolvió a la figura su color original, el negro, después de que fuese pintada hace unas semanas con los colores del arco iris. Para ello, emplearon 10 kilos de pintura e incluso la colaboración de algunos destacados miembros del PP, como el exalcalde de Palma Joan Fageda y su compañero en el Senado Joan Huguet, quienes, rodillo en mano, pusieron su granito de arena. "¡Eso, eso! Quiero ver a los políticos pintando, para que no digan después que los políticos no ´pintáis´ nada", bromeó con ellos uno de los presentes.

"Seguiremos siendo españoles"

Un representante de los promotores de la iniciativa, Isidro Macías, de las Tertulias del Mesón, se encargó de leer un manifiesto ante los medios de comunicación. Lamentó los "desmanes de aquéllos que creen que, haciendo esto, ridiculizan a todos los que nos sentimos españoles".

"Están equivocados, pues con toro o sin toro seguiremos siendo españoles por los siglos de los siglos", agregó Macías, quien recordó que el Congreso de los Diputados aprobó en 1994 la declaración de estas figuras "como herencia cultural y artística del paisaje cultural español". En Balears, éste es el único toro de Osborne que existe.

La restauración de la estructura no implicó sólo pintarlo con su color original. También volvieron a colocarle sus "atributos", como señaló Macías.

"Parece ser que a los demócratas del embudo no les gustaba que un símbolo tan característico de España tuviera ´cojones´. ¡Manda huevos!, como dijo un político español", declaró, en referencia a la frase pronunciado por el popular Federico Trillo cuando presidía el Congreso.

Durante las labores de pintado y mientras se recogían firmas para solicitar que vuelvan las corridas de toros a Catalunya, uno de los voluntarios consideraba "un insulto" lo que habían hecho los que decoraron de manera multicolor el toro de Osborne. "Demuestran que tienen poca cultura", manifestaba, para reclamar a continuación "más vigilancia" para evitar este tipo de hechos.

Más vehemente se mostraba un representante de los colectivos taurinos, Antonio Gutiérrez. En declaraciones a los medios, dijo que pintar a un "símbolo de bravura" como el toro con los colores del arco iris –que se identifican con el colectivo homosexual– era "muy ofensivo".