La siempre incómoda procesionaria se presenta este año en Calvià más problemática que de costumbre. El Consistorio ya ha hecho un llamamiento a los vecinos con pinos en su propiedad para que se impliquen en las tareas preventivas y hagan los tratamientos necesarios para atenuar el alcance de la plaga. Entre las zonas más sensibles a la oruga del pino, se encuentran los núcleos de la mitad oriental del municipio, como Magaluf, Portals Nous, Costa de´n Blanes e Illetes.

El jefe del departamento municipal de Medio Ambiente, Eduardo Cózar, señala que, de la información previa que recopilaron en verano con la captura de mariposas en jaulas-trampa y el pasado diciembre con los recuentos de puestas de huevos, han determinado que la procesionaria será en 2011 "más fuerte y problemática" que en años anteriores.

Entre febrero y marzo

A partir del mes que viene y hasta mediados de marzo, la oruga de la procesionaria experimenta su mayor eclosión.

Son éstos los momentos en que se evidencian con toda su intensidad los problemas que lleva aparejados la plaga. Así, en determinadas personas puede causar problemas alérgicos, al igual que reacciones dermatológicas y trastornos respiratorios. Las mismas reacciones pueden llegar a producirse en los animales.

Otro efecto de menor alcance lo sufren los pinos, ya que las orugas se alimentan de sus hojas, pero "en el 99% de los casos" no llega a matar al árbol, como explica el biólogo Cózar. En la lucha contra la procesionaria, las actuaciones del Ayuntamiento se distribuyen en varios frentes y se concentran sobre todo en la realización de actuaciones preventivas.

Los técnicos municipales realizan un seguimiento anual del ciclo de vida de la procesionaria para ver cómo evoluciona. Y en los meses de julio, agosto y septiembre, se procede a colocar trampas en zonas verdes públicas para capturar mariposas.

Como recuerda el jefe del departamento de Medio Ambiente, a partir de octubre empiezan a salir las primeras larvas de los huevos, con lo que arranca una campaña de fumigación con productos bastante respetuosos con el medio ambiente. La potencia del insecticida sube varios grados cuando llega diciembre y el gusano ya tiene un tamaño intermedio.

En la fase que se abrirá el mes que viene, las actuaciones que emprenderá el área municipal de Medio Ambiente deberán ser más "puntuales", afirma Cózar, quien agrega: "En ese momento, fumigar no consigue eliminar el problema. El gusano puede caer muerto, pero sus pelos siguen estando activos. Y cortar y eliminar cada bolsón es muy complicado".