El conflicto del camino de acceso al santuario de Consolació, hundido el 24 de agosto de 2007, alcanza su punto álgido. Tanto la empresa implicada en el caso, Gravera sa Creu SL, como el ayuntamiento de Santanyí, ya tienen en sus manos una certificación del Obispado de Mallorca que remarca que "el santuario, otras dependencias edificadas y terreno rústico adyacente", pertenecen a la institución religiosa desde "tiempo inmemorial". En esta línea, una escritura sellada en el año 1934 en las oficinas liquidadoras de Manacor y Palma corrobora la amplia propiedad del Obispado de Mallorca.

Biel Vidal, uno de los propietarios de la cantera (la empresa es de carácter familiar), no descarta llevar al juez al conjunto de ediles del PP que conforman el equipo de gobierno del Ayuntamiento. Según él, tanto los ex alcaldes Cosme Adrover como Rafel Bonet, así como muchos otros vecinos, "siempre han tenido constancia de que el titular del camino en cuestión era el Obispado y no el Ayuntamiento".

Vidal, a su vez regidor de UM en la oposición municipal (y asesor del conseller de Turismo del Govern cuando UM gobernaba), apunta que el Ayuntamiento recibió recientemente la notificación del Obispado que remarca que el camino es suyo. "Se demuestra de una forma clara y contundente que el ayuntamiento de Santanyí se ha excedido en sus funciones, al no ser la polémica carretera de Consolació de su competencia".

Por todo ello, Vidal critica con dureza la "persecución política" que dice sufrir por parte del PP liderado por el alcalde, Miquel Vidal. "Y no cederé ante el chantaje porque él (en alusión a Miquel Vidal) desde el primer momento del incidente del hundimiento sabe que el camino no es del Consistorio. La empresa Gravera sa Creu SL solo quiere justicia, no venganza, y si hubiese voluntad por parte de los gobernantes del PP la carretera afectada ya estaría prácticamente restaurada".

Biel Vidal detalla que "incluso un libro editado por el Ayuntamiento revela que la Iglesa obtuvo una subvención ministerial para construir el camino de acceso", en las inmediaciones precisamente de una cantera en activo desde 1966 (en 1984 comenzó a gestionarla la empresa familiar Gravera sa Creu).

Si el proyecto de restauración de la cantera (sellado y siembra de árboles y plantas) sugerido por Gravera sa Creu, incluyendo la reparación del camino, ascendía a 672.000 euros, el plan alternativo del Ayuntamiento cuesta en total 1,5 millones.

El complejo caso tiene distintas vías judiciales abiertas, por lo que todo hace presagiar que la resolución final puede tardar años.