Hasta 240 euros se pagaron ayer por un cerdo joven de la finca de na Bou (Santanyí). Por la mañana tuvo lugar la tradicional subasta de reproductores de cerdo negro mallorquín.

En esta ocasión las pujas fueron disputadas pero muy rápidas y los quince corrales en venta se adjudicaron en poco más de una hora.

Sin llegar a superar los récords de otros años, 240 euros por un solo ejemplar es un precio muy bueno. El propietario del animal, Miquel Vidal, vecino de es Llombards, se mostró muy satisfecho. En la finca de na Bou cría cerdos autóctonos y vende sus crías para engorde o matanza. Vidal precisó tras la subasta que "cuesta mucho dinero y esfuerzo seleccionar animales de tanta calidad que en una puja lleguen a los 240 euros".

Cabe destacar que también un corral de cerdas de esta misma finca llegó a los 300 euros. Las cerdas se venden de dos en dos y los machos en solitario.

El mejor corral de cerdas de ayer fue uno de la finca son Fortesa de Alaró, que alcanzó los 310 euros.

En total hubo 15 postores registrados y se vieron algunas pujas muy reñidas. La subasta se efectuó en la plaza de es Bestiar. Atrajo la curiosidad de muchos visitantes que incluso aplaudieron alguna de las disputas pecuniarias.

El subastador fue el técnico de Ibabsa, Jaume Jaume, que se ha convertido ya en un asiduo de este tradicional acto que se celebra únicamente dos veces al año; una durante la feria de Sineu y otra durante el Dijous Bo.

Cabe destacar que el cerdo negro mallorquín es una especie en peligro de extinción. Bartomeu Torres, presidente de la asociación de criadores, indica que "sobrevive gracias al esfuerzo de unos ganaderos que han trabajado mucho en depurar la raza y en promocionar sus productos derivados".

En la actualidad hay 72 criadores que tienen censadas 1.073 cerdas y 97 verracos.