Casi 2.000 familias de Inca tienen ya su carrito de la compra con que obsequia este año el ayuntamiento de la ciudad con motivo del Dijous Bo. Ayer fue el primer día de reparto y en solo cuatro horas se habían entregado más de 1.800.

Catalina Seguí, una de las más veteranas funcionarias municipales, asegura que no recuerda "ningún año en que se haya producido una aglomeración semejante de vecinos en busca de su regalo".

La entrega se efectuó en la plaza del nuevo mercado y se congregó tanta gente que la cola llegaba hasta la calle de Miquel Duran, casi cien metros. Hubo momentos en que había más de 500 personas esperando para llevarse su carrito.

Desbordados

Felip Jerez, concejal de Ferias, reconoce que no esperaba tanta demanda. "Sin duda, se ha generado mucha expectación y la verdad es que nos hemos visto un poco desbordados", explicó.

El Ayuntamiento ha dispuesto que durante la jornada de hoy se siga el reparto, a pesar de no ser día laborable. Los interesados podrán recoger su carrito entre las 10 y las 13 horas. La semana próxima también se distribuirán regalos durante el lunes y el martes. El horario será, en este caso, de las 9 a las 14 horas.

Jerez pide que "la gente se calme, puesto que hay 7.000 carritos para repartir; no es necesario agolparse".

La realidad es que la jornada de ayer resultó muy intensa para los tres únicos funcionarios que repartían cestas, auxiliados por varios operarios de la brigada de obras. Alguno de ellos reconocía que no había podido merendar o ir al servicio en toda la mañana. Muchos de los ciudadanos que aguardaban su regalo se quejaban de la falta de personal repartiendo y de la larga cola que tenían que aguardar.

Una larga espera

Los vecinos tuvieron que esperar en la mayoría de casos una hora, o más, para llegar a la mesa donde le entregaron su carrito. Eso provocó otros problemas y los evidentes enfados pues las mesas atendían a los vecinos por grupos de calles. Sucedió que hubo gente de avanzada edad que se equivocó de cola y cuando llegó su turno no estaba en la lista de la mesa en cuestión. No obstante, el Ayuntamiento dispuso a un funcionario para auxiliar a las personas de la tercera edad y evitar los equívocos.

Las quejas mayoritarias fueron por tener que aguardar al sol tanto tiempo. Otros mostraron su decepción puesto que esperaban un carrito de más calidad, aunque al final decían que "no se puede pedir más cuando es regalado". En realidad, se trata de una bolsa alargada de lona con asas y unas ruedecillas en la parte inferior. Algunos se quejaban de que las asas son cortas y solo van bien a gente de poca estatura.