Biel Huguet Ballester (Campos, 1972), estudió arquitectura técnica en Barcelona y Londres, donde ya fue Delegado de los estudiantes de la facultad. Paralelamente se fue implicando en el PSM. Desde hace cuatro años es el presidente de Entesa, una escisión de los socialistas de Mallorca, y que ayer celebró su tercer Congreso en sa Pobla.

–´Canviar la forma de fer política´ ha sido el lema de este último Congreso. ¿Qué significa?

–Esta legislatura nos deja asignaturas pendientes, una es la honestidad, la transparencia y la cohesión de un equipo de gobierno. Esto ha generado un cierto desencanto. Hay que plantear una política más cercana a la gente y dejando a un lado los amiguismos.

–¿Qué caras nuevas salen de aquí?

–Uno de los retos principales de la clase política es incorporar a gente con ideas frescas, y eso es lo que priorizamos. Una cuarta parte de la nueva ejecutiva nunca había estado en un partido. Las caras nuevas son Bàrbara Bujosa, Aina Bernad, Antoni Martorell, Jaume Servera y Mercè Bujosa.

–¿Qué es el mallorquinismo político en el que se reflejan?

–Formulado a finales del siglo XIX, el mallorquinismo político hoy en día representa la defensa de Mallorca como nuestra nación y nuestra prioridad. Queremos renovar el discurso nacionalista, actualmente lleno de tópicos y un poco obsoleto.

–¿Cómo explica hoy su ruptura hace cuatro años con el PSM? ¿Fue por diferencias personales?

–Entesa defiende un mallorquinismo más abierto y amplio que quiere llegar al centro izquierda y que se encuentra más en la socialdemocracia. Las causas de una ruptura son siempre difíciles, diversas y repartidas. Creo que hubo una mala gestión en la renovación generacional que el partido necesitaba. En cualquier caso no creo que hubiera diferencias personales sino de índole ideológico.

–¿Entesa está predispuesta a un pacto de izquierdas nacionalista con renuncias?

–Defendemos una coalición nacionalista y progresista lo más grande y abierta posible, y para conseguirla estamos dispuesta a hacer lo que sea necesario, mientras nos ayude a llegar a más sectores de la sociedad. Más que las siglas nos importan las ideas y el país.

–¿Y un pacto con el PSOE?

–Es muy difícil. Pero con la alternativa real de que el PP de Bauzá y Delgado, que en muchos casos rozan el antimallorquinismo, sería irresponsable descartarlo.

–¿Cómo han vivido el último año político?

–Robar es feo, y hacerlo desde un cargo público lo es doblemente.