Aunque suene a redundancia, el ´ferreret´ presenta una salud de hierro. Los últimos recuentos realizados en los hábitats naturales de este anfibio endémico de Mallorca, que vive exclusivamente en la Serra de Tramuntana, han arrojado resultados muy esperanzadores sobre el futuro del ´ferreret´. El pasado año 2009, el recuento realizado por los técnicos del plan de recuperación de la especie casi alcanzó la cifra de 40.000 larvas localizadas, el máximo histórico desde el descubrimiento del anfibio a finales de los años 70.

A pesar de que el recuento de larvas del presente año 2010 no ha sido tan espectacular por razones climatológicas, contabilizándose unos 30.000 ejemplares, la tendencia desde el pasado año 2004 registra una subida paulatina en el número de ´ferrerets´ en los torrentes de la montaña mallorquina. Para hacerse una idea de la evolución demográfica del anfibio, en el año 1994 únicamente se contabilizaron unos 8.000 ejemplares, mientras que ocho años más tarde, en 2002, ya eran 20.000 las larvas de ´ferreret´ localizadas, lo que induce a pensar a los científicos que el ´ferreret´ se reproduce en mejores condiciones y asegura, por ahora, su supervivencia.

Aunque la salud del ´ferreret´ invita al optimismo, los científicos prefieren no bajar la guardia debido a la vulnerabilidad que el pequeño sapo isleño presenta ante factores ajenos como la sequía, la presencia de depredadores como las serpientes de agua (natrix maura) o enfermedades que en otros años se han cebado con los ´ferrerets´ como la quitidriomicosis.

Joan Oliver, jefe de sección de Protección de Especies de la conselleria de Medio Ambiente, explica que "una especie como el ´ferreret´, aunque recuperada, siempre tendrá limitaciones debido a que no tiene defensas químicas como otros sapos y a que pone pocos huevos y no tiende a colonizar espacios". La falta de recursos químicos de defensa está relacionada con la insularidad. "El ´ferreret´ no llegó a desarrollar estas defensas porque en Mallorca no había serpientes de agua hasta que la introdujeron los romanos", explica Oliver.

Desde entonces, las serpientes son el enemigo permanente del anfibio autóctono, por lo que a menudo los técnicos suelen retirar reptiles de los ´gorgs´ donde viven los ´ferrerets´ para facilitar su reproducción. Allí donde se retiran serpientes, la cifra de ´ferrerets´ aumenta considerablemente.

Los años de sequía también influyen negativamente en las colonias de ´ferrerets´. A mediados de los años 90 llegó a temerse por su supervivencia debido a la progresiva evaporación del agua en las pozas de torrente donde viven.