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S'Illot

Jaume de Juan se despide de la asociación hotelera con un cálido homenaje público

Políticos, vecinos, colegas y unos 600 vecinos invitados acudieron a la cena

s. sansó. S´Illot.

Jaume de Juan Pons (Sóller, 1939), recibió ayer el reconocimiento público de los políticos, profesionales y vecinos del núcleo turístico de s´Illot, de cuya asociación de hoteleros ha sido presidente durante las últimas cuatro décadas y hasta hace escasamente tres meses.

Una buena muestra del cariño y la admiración de los suyos se notó en la cena de anoche en su hotel, el Playa Moreya. 600 personas que le aplaudieron y agasajaron para conseguir una foto con el pionero local y cofundador de la Federación Hotelera de Mallorca hace 35 años.

Además del president del Govern, Francesc Antich y la consellera de Turismo Joana Barceló, a la celebración acudieron el alcalde de Manacor Antoni Pastor, quien llegó acompañado del presidente del PP balear José Ramón Bauzá, el máximo dirigente de UM, Josep Melià, además de distintos regidores del consistorio local. Entre los representantes del sector turístico destacó la presencia del presidente de la asociación hotelera de Cala Millor, Pedro Cañellas y del director general de Air Berlín en España, Álvaro Middelmann.

Fotos y recuerdos

Bajo la luz de las bombillas y presidiendo la mesa principal junto a su mujer, la holandesa Henriette Kruip, la maestra de ceremonias y sillotera Cati Veny desgranó a grandes trazos la vida de Jaume de Juan mientras, de fondo, fotos de los primeros años en la costa y al frente de la vida social de su localidad de adopción aderezaron la espera hasta llegar a los testimonios, un vídeo de opiniones y reconocimientos que emocionó también a sus invitados.

De Juan comenzó en el sector de botones en el hotel Jaime I del centro de Palma, junto a la avenida Jaume III. Más tarde fundó su primer establecimiento en Peguera, el Nilo, una pensión de diez camas que tuvo que vender, de manera obligada, cuando le destinaron a tierras africanas para el servicio militar. "Antes los trabajadores de los hoteles tenían fama de ser unos borrachines, gente de cierta mala vida. Mi padre quería que fuera médico, pero me esforcé mucho y logré convencerle e ir a Suiza para estudiar la carrera de dirección de hoteles", admite.

Después de un año, en 1963, llegó a un s´Illot sin luz, ni agua ni teléfono, montado en un flamante Seat 600 y acompañado de una pala excavadora que le escoltó hasta el solar elegido. "Entonces era un paraíso de sólo dos hoteles que funcionaban con alternadoras".

El negocio, poco a poco fue transformándose desde la cultura de los viajantes, hombres de negocios sobre todo de Francia y Alemania que elegían s´Illot para descansar durante dos y tres meses, hasta los actuales turistas globales de una zona que pese a todo, mantiene un número moderado de plazas, unas 2.000 camas.

Justo antes de la cena, Antich obsequió a de Juan con un cuadro que representaba el edificio de la Lonja de Palma, además de una placa conmemorativa del Govern. A lo que el alcalde Pastor respondió rápidamente con una gran fotografía enmarcada del s´Illot en blanco y negro de los sesenta, con la silueta predominante del Playa Moreya.

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