Montuïri quiere apostar por la realización de una ruta turístico-cultural que tenga como base una de las grandes riquezas de su patrimonio, los molinos de viento. El recorrido –de un kilómetro a pie– comenzaría en el Molí den Fraret y terminaría en el ecomuseo del Molinar. A su paso se cursarían visitas a la antigua harinera, a la iglesia parroquial, a la casa rectoral, al carreró del campanar, al Molinar y al Molí d´en Nofre.

Este proyecto permite, además, conocer la historia de la molturación del trigo desde el molino rotatorio de piedra montuïrera del siglo II antes de Cristo hasta la época artesano-industrial. Una sugerente oferta patrimonial, de carácter arquitectónico, histórico-artístico, social y económico, alternativa al sol y playa tan predominante en el turismo insular de mayo a octubre.

El itinerario partiría desde el Molí d´en Fraret, un molino harinero del siglo XVIII completamente restaurado, sede desde el año 2001 del Museu Arqueològic de Son Fornés. Se halla en las afueras del casco urbano, junto a la carretera que conduce a Sant Joan. El singular museo, gestionado por la Fundació Son Fornés, muestra una exposición permanente y monográfica sobre los descubrimientos y la investigación desarrollada en el yacimiento arqueológico de Son Fornés. A través de sus espacios ofrece un viaje al pasado que se inicia en tiempos de los talaiots, en el 900 antes de nuestra era, y llega al siglo VI. Existe la web www.sonfornes.mallorca.museum.

A cien metros del Molí d´en Fraret, se encuentra la última harinera de es Pla que, nacida en el año 1949 con muelas de piedra, se reformó con molinos que funcionaban mediante cilindros en 1962 y dejó de funcionar en el año 2000 por jubilación de su propietario. Los asistentes podrían conocer el sistema de la limpieza previa del trigo, su molturación y fabricación de los diferentes tipos de harinas.

Tras la parada en la harinera Gomila, la ruta continuaría por el interior del casco urbano en dirección a las empedradas calle y plaza Major donde se alza, sobre la explanada denominada es Graons (1813), la iglesia parroquial dedicada al patrón Sant Bartomeu. El templo empezó a construirse en el siglo XIV. Entre 1515 y 1553 se reconstruyó la cubierta con piedra picada de Llucmajor y en 1552 se levantó el campanario. Junto a la iglesia, podrá admirarse Ca s´Escolà (antigua casa de morts), el carreró del campanar y la casa rectoral.

Tras la estación en la plaza Mayor, que cuenta con bares y tiendas, el recorrido subiría por el empedrado de las calles es Pujol y Molinar y se llegaría al barrio más alto y antiguo del pueblo, conocido como el Molinar. Su urbanismo originario data del siglo XIII. Aprovechando su colina elevada, se convirtió en área de molinos de viento, algunos construidos en el siglo XVI.

En esta zona del Molinar se encuentra el Molí d´en Nofre. Es el penúltimo molino de un conjunto en forma alineada, integrada por los molinos de Can Rigo, Can Rafel Ros, Ca n´Andreu, Can Ferrando, Can Serra, Can Nofre y Can Vermell. Tipológicamente, es un molino harinero con base.

Situado al final del barrio del Molinar, al lado del molino en Ferrando y a escasa distancia del Molí d´en Nofre, el ecomuseo constituiría el final del recorrido. Disfruta de una panorámica fantástica del Pla de Montuïri y de una inmensa plaza que permite la organización de eventos musicales y culturales. "Una de sus salas podría estar dedicada al eminente músico montuïrer Pare Antoni Martorell", anunció el concejal de Cultura, Rafel Miralles. Aún no inaugurado, su plaza acogió el 30 de mayo la II Trobada Familiar de Corals Federades. Se halla junto a una zona de restaurantes.

El Ayuntamiento está muy interesado en llevar a cabo esta apuesta que cambiaría el panorama socioeconómico y cultural de Montuïri y se convertiría en una oferta diferente a la de "sol y playa". El alcalde, Jaume Bauçà (PP), ha anunciado que "hemos de hacer todo lo posible para llevar adelante esa idea de la que ya existe un proyecto y que deben recabarse los esfuerzos y colaboración de las instituciones y entidades".