Quince años de obras paralizadas pasan factura. Es lo que ocurre con los 68 apartamentos iniciados en 1994 y parados poco tiempo después a raíz del recurso interpuesto por unas diez personas; militantes del PSM y un representante del GOB. Los trece bloques de edificios situados en primera línea, en Torre Marina, cambiaron radicalmente la imagen de ses Covetes. Se ha consolidado como la urbanización fantasma por excelencia de Mallorca. A dos pasos se encuentra el arenal des Trenc, lo que contribuye a un mayor caché. Miles de personas, especialmente en julio y agosto, caminan junto al deteriorado cemento para acceder a la playa. En todos estos años también ha habido cientos de atrevidos curiosos y algún que otro okupa. Tampoco han faltado incidentes.

El eterno proceso judicial puede que esté a punto de resolverse. El alcalde de Campos, Joan Juan (de Campos pel Canvi), explicó ayer que "sólo" se está pendiente de una sentencia del Supremo sobre las Normas Subsidiarias. Debe conocerse si se fallará a favor o en contra del recurso que la promotora, Marina Ernst SL, interpuso contra el acuerdo del Consell de suspender las normas y no contemplar como urbanos los terrenos.

Con el cambio en el poder local, de un largo mandato del Partido Popular se pasó en junio de 2007 a UM-CpC, la principal institución municipal hizo un giro de 360 grados en su estrategia. De defender la urbanización a justo lo contrario, dejar de ser parte y no gastar más dinero de las arcas municipales, estando a favor del derribo y posterior restitución medioambiental. En lo relativo a la licencia ya hubo pronunciamiento del juez: no se tendría que haber concedido el permiso para construir.

Recientemente el Consistorio contrató a una empresa (Fornells) para hacer un estudio sobre la demanda de 27 millones de indemnización del actual grupo promotor de la urbanización (uno de los implicados es el conocido vecino Sebastià Sagreras, Peixet). Dicho estudio determinará si el Ayuntamiento debe asumir o no dicha indemnización, o si en lugar de 27 millones debe ser otra cantidad y qué instituciones tendrían que aportar el dinero. El primer edil, por cierto uno de los del PSM que puso dinero de su bolsillo para paralizar las obras, confía en que antes de septiembre el Consell Consultiu dictamine sobre este trabajo.

En una entrevista a este periódico en febrero de 2008, Sagreras afirmó que "esto vale más de 60 millones de euros". No obstante, la indemnización solicitada al Consistorio en marzo de 2010 bajó a 27,3 millones. De perder la sentencia y no recibir la indemnización esperada, Sagreras no descarta llegar a los órganos competentes de la UE: "Si el conflicto de ses Covetes dura 20 años más, pues que dure".

DANIEL Y VANESA

Palma

"Ya estamos acostumbrados a ver esta imagen, comienzan una urbanización y... El mal ya está hecho, y realmente queda muy feo. No tendrían que haber dejado construir". Vanesa Urbano, trabajadora del sector de la hostelería, y Daniel Lorente, ascensorista, defienden que se restituya la zona, a favor de la naturaleza y el uso público. No hay ningún tipo de cierre y son perfectamente visibles hierros oxidados, vidrios rotos, agujeros, excrementos de palomas y otros animales... A su vez, es un oasis de grafitis, frases lapidarias y otras expresiones ´artísticas´.

ANTONIO AMESCUA

Madrid

"La primera vez que vine quedé horrorizado. Deben derribarlo. Es surrealista"

Acompañado por una hija y una amiga de ésta, Antonio Amescua, catedrático de universidad, reconoce que es la segunda vez que visita la famosa playa de ses Covetes, a dos pasos de es Trenc. Junto al desvío que conduce a la playa des Freu recuerda: "La primera vez que vine quedé horrorizado. Deben derribarlo. Es una pena que haya esto en un lugar de estas características naturales, tan idílico. Es increíble, surrealista". Asimismo, advierte del impacto de la urbanización en el medio ambiente y en el principal motor económico de la isla: el turismo.

ALBERTO Y MARTA

Teruel

"Se supone que esto es un sitio turístico... Impactante. Tendrían que demolerlo"

Sus rostros son elocuentes. Como a la práctica totalidad de bañistas que se estrenan en ses Covetes, les cuesta asimilar lo que están viendo. "Es la primera vez que venimos aquí. Se supone que esto es un sitio turístico... Resulta impactante. Sorprende negativamente. Tendrían que quitarlo y restaurar la zona". Alberto Guillén, ingeniero, y Marta Mora, ambientóloga, se imaginan cómo sería este lugar sin los deteriorados e inacabados bloques: "Se vería la playa, el medio natural podría recuperar su estado, un sitio privilegiado". Sus caras, de absoluta incredulidad.

ROSA MARTÍNEZ

Valencia

"Es una vergüenza, una imagen horrible. Debería haber pinar y no cemento"

También en el camino de acceso por el que especialmente en los meses de julio y agosto transitan a diario miles de bañistas, a pocos metros de un edificio que refleja la pintada Les arrels no neixen del ciment, Rosa Martínez, enfermera, declara: "Es una vergüenza, una imagen horrible. Debería existir un pinar, salvaguardándose el medio ambiente, y no esta terrible urbanización". En su opinión, "desde hace años el Ayuntamiento tendría que haber procedido a la demolición". Muy cerca, bañistas captan los bloques con máquinas de fotos y cámaras de vídeo.

DAVID MORRO

Palma

"Es una barbaridad que estén abandonados, a simple vista están súper avanzados"

La gran mayoría de ciudadanos, habitantes en la isla y foráneos, aseguran ser partidarios del derribo de las controvertidas edificaciones y apoyan la restitución natural del lugar, aunque también hay quienes piensan lo contrario. David Morro, en estos momentos en el paro, manifiesta: "Es una bar­baridad que estén abandonados, a simple vista están súper avanzados". Sostiene que convendría acabarlos puesto que así como están representan un peligro. Reconoce que "el aspecto actual de la urbanización es estéticamente es feo".

MATHIAS SCHULTZ

Alemania

"Es una pena y pone en riesgo la salud y el medio. Tienen que derribarlo"

Expresando decepción, advirtiendo de peligros y reivindicando una actuación contundente. De esta forma responde el ingeniero Mahias Schultz a la encuesta. "Es una pena esta urbanización fantasma, que pone en serio riesgo la salud de quienes se adentran y, evidentemente, el medio natural. Tienen que derribar". Se fija en las pintadas, dibujos y frases: Hoy es el mañana que nos prometieron ayer, Futur en venda, Cada urbanización tiene un responsable, Síndrome Benidorm, Parlaciment, This is not a photo oportunity...

VANESA RODRÍGUEZ

Comarca del Pla

"Esto es un reflejo de los problemas que hay. Habría que aprender de Menorca"

"La sensación que me causa esta urbanización es de mucha pena porque no la tenían que haber permitido". Vanesa Rodríguez, funcionaria, aboga por el derribo de los más de sesenta apartamentos de la popularmente llamada área de Torre Marina de ses Covetes. "Esto es un buen reflejo de los problemas que hay; de corrupción, etc. Aunque esto viene de bastantes años atrás. Para la naturaleza supone un atentado. Habría que aprender de Menorca", concluye, en clara alusión a que la isla vecina es Reserva de la Biosfera.

JAUME Y JERÒNIA

Comarca del Pla

"Se tendría que demoler. La imagen es de suciedad, nefasta. Incomprensible"

El goteo de gente es incesante, bajo un sol radiante. Sofocante calor. Constantes miradas de los bañistas hacia la zona de la urbanización fantasma, pegada al corto tramo de camino sin asfaltar de acceso a ses Covetes. Jaume Oliver, maestro, y Jerònia Fullana, auxiliar de clínica, afirman: "Se tendría que demoler. La imagen es de suciedad, nefasta. Incomprensible". En este sentido, critican que las autoridades competentes hicieron en su momento "oídos sordos", desatendiendo las advertencias de muchos ciudadanos que se oponían.