Las principales organizaciones agrarias de Balears olvidaron ayer sus diferencias y sacaron los tractores en sendos actos reivindicativos en Inca y Campos para reclamar a las instituciones europeas, españolas y autonómicas más "sensibilidad" hacia un sector que vive una situación "insostenible" por el aumento de los costes de producción y el descenso de los precios de los alimentos que producen, entre otras causas que ahogan económicamente al colectivo. La protesta de los agricultores se trasladará hoy a Madrid, en una manifestación a la que también acudirán los sindicatos isleños.

Unió de Pagesos y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA-AIA) convocaron en Inca a una treintena de tractores en la carretera de Manacor que cubrieron la distancia que hay entre la rotonda situada sobre la autopista Palma-sa Pobla y la de acceso a la ciudad.

El secretario general de Unió de Pagesos, Biel Torrens, explicó que la protesta se debe a la "mala situación" del sector, que "ha descendido un 25% en cinco años debido al aumento de los costes de producción y a que el género producido cada día vale menos dinero, lo que es insostenible".

Torrens añadió que "se necesitan tres líneas de actuación" en las tres administraciones competentes. A su entender, la política europea "desregula el mercado y permite la especulación con los productos agroalimentarios". Por otra parte, apuntó que el gobierno español "debe ser más sensible" con el sector, y consideró que el Govern balear "no tiene interés en la actividad agraria, bajando el presupuesto de la conselleria de Agricultura un once por ciento, el mayor descenso aplicado por el ejecutivo".

Torrens exigió un "cambio de actitud" en todas las administraciones y que se considere la actividad agraria "una cuestión de Estado y un sector estratégico".

Por otra parte, unos cincuenta tractores se concentraron ayer frente a las instalaciones de la cooperativa de Campos. "Estamos hartos de que desde la Administración se llenen la boca diciendo que la agricultura y la ganadería son estratégicas y que luego las ayudas recibidas sean ridículas y lleguen tarde", señaló Biel Company, presidente de Asaja.

Poco después de las once y media de la mañana, los tractores arrancaban sus motores y transitaban testimonialmente por las afueras del pueblo.

El presidente de la cooperativa local, Rafel Barceló Pometa, apuntó que aunque la situación es "muy mala", el parón en la actividad "es necesaria" y el cierre "es un acto simbólico. "Se trata de sacrificar un día para intentar sobrevivir en nuestra propia casa", subrayó.

Por su parte, la portavoz del Govern, Joana Barceló, respaldó ayer al sector y añadió que los problemas "son estructurales, no fruto de la coyuntura económica, si bien es cierto que ésta lo agrava".