El pleno de ses Salines aprobó finalmente (con los cinco votos favorables del pacto PSOE-UM y la abstención de los seis regidores de la oposición) el pliego de condiciones imprescindible para iniciar la reforma de la avenida Borja Moll, vía de entrada al pueblo desde Campos. El principal escollo para el equipo de gobierno fue el del informe de la secretaria local, quien defendió que el proyecto se dejara "encima de la mesa", al no estar segura de la corrección del procedimiento.

"No podemos esperar durante más tiempo, porque, si no, perderemos las subvenciones", alegó el regidor de Hacienda, Toni Perelló (PSOE), ante la demora en la concesión de partidas del nuevo Plan de Obras y Servicios (POS).

La reforma consistirá en el soterramiento de todo el cableado de la avenida, la siembra de nuevo arbolado y la rehabilitación del patio de ses Escoles Velles.

Las obras costarán algo más de 900.000 euros, el 50% financiado por la conselleria de Obras Públicas y un 30% por el propio POS del Consell. El resto (180.000 euros) deberá ser abonado por el ayuntamiento saliner, que a última hora desechó (por falta de tiempo en los trámites) la posibilidad de aprobar el pago de contribuciones especiales de un máximo de 500 euros.

La portavoz del PP y que hoy será elegida como nueva presidenta de la Junta Local, Maria Bonet, señaló: "Entendemos que es una reforma importante a la que no nos podemos negar, pero consideramos que ha habido ya tiempo suficiente desde septiembre cuando todo estaba concedido y teniendo en cuenta la opinión no favorable de la secretaria".