La empresa de cristalería del teniente de alcalde de Obras, Mantenimiento y Agricultura de Santa Margalida, Miquel Rosselló (PP), ejecutó obras para el Ayuntamiento de esta localidad en el cementerio municipal a partir de una subcontrata realizada por la empresa adjudicataria de los trabajos de reforma de la entrada principal del camposanto, Construcciones Mateo Puigserver S. L.

El regidor popular ha admitido que la empresa de la cual es administrador, Tot Vidre S. L., con sede en Can Picafort, acometió por encargo de la entidad adjudicataria los trabajos de cristalería realizados en la entrada del cementerio y que cobró por ello "entre 2.500 y 2.600 euros", según sus palabras, del total de la factura de 12.537 euros abonada por el ayuntamiento de Santa Margalida a la empresa constructora a la que se adjudicaron las obras en el camposanto.

El regidor Miquel Rosselló, miembro de la junta de gobierno local de Santa Margalida, participó, según refleja el acta, en la sesión ordinaria de la junta de gobierno celebrada el pasado 22 de septiembre en la que se aprobó la factura 09/24 a pagar a la citada constructora correspondiente a la "reforma de la entrada principal del cementerio municipal", por un importe de 12.537,96 euros. Se da la circunstancia de que parte de esta cantidad revertió a la empresa de cristalería del regidor popular que aportó su voto para aprobar el gasto.

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General especifica en su artículo 178 la incompatibilidad de los cargos públicos para contratar con la administración. Concretamente, la Ley observa la incompatibilidad para que ejerzan de cargos públicos "los contratistas o subcontratistas de contratos, cuya financiación total o parcial corra a cargo de la Corporación municipal o de establecimientos de ella dependientes", y añade que "cuando se produzca una situación de incompatibilidad los afectados deberán optar entre la renuncia a la condición de concejal o el abandono de la situación que (...) dé origen a la referida incompatibilidad".

Sospechas

El grupo municipal de los Independents en el Ayuntamiento fue el primero en sospechar de una presunta irregularidad en las obras del cementerio y presentó una pregunta en el pleno sobre el motivo por el cual había trabajadores de la empresa del regidor trabajando en el cementerio el pasado mes de agosto y qué tipo de contrato amparaba esta situación. La pregunta quedó sin respuesta.

El regidor Miquel Rosselló reconoció a este diario haber instalado las vidrieras de la entrada del cementerio por encargo de la empresa contratista, por lo que precisó que el Ayuntamiento no le había contratado directamente a él sino que fue a través de una subcontrata. Rosselló justificó su participación en el proyecto en la buena relación que tiene con la constructora que realizó las obras y en que su empresa "es de las pocas del municipio especializadas en colocar las piezas que se instalaron en el cementerio".

Rosselló añadió que "en la factura todo estaba correcto" y que se muestra tranquilo porque "no se ha perjudicado a ningún profesional de Santa Margalida".

Por su parte, el alcalde Martí Àngel Torres (PP) también admitió que sabía que la empresa de su teniente de alcalde había realizado trabajos para la firma contratista. "El Ayuntamiento no ha contratado nada a la empresa de Rosselló", subrayó Torres, que coincide con su regidor en que la empresa de cristalería "es la única de esta zona" capacitada para realizar la obra en el cementerio municipal.