Vecinos y comerciantes de Magaluf se echaron ayer a la calle para decir "basta ya a la prostitución callejera". El último altercado que se saldó con un turista inglés ingresado de gravedad, ha avivado una problemática que, en palabras de los vecinos, no beneficia para nada al sector comercial y crea gran inseguridad en la zona.

Pepe Tirado, presidente de Acotur, encabezó la protesta a la que se sumaron alrededor de 200 residentes y comerciantes. Para todos ellos la situación es insostenible. "Desde el 24 de marzo se llevan registrando alrededor de cinco denuncias diarias", indicó Tirado, que aseguró haber llamado a las puertas del Consistorio y de delegación de Gobierno para informar de lo que acontece en Magaluf, y exigir más medidas de control. En su opinión, "todo esto se podría haber evitado".

"La tensión se vive día a día. Nadie puede prohibir que estén en la calle pero lo que no podemos permitir en es que roben y agredan". "El sistema no está funcionado y no podemos tolerarlo sobre todo en estos momentos de crisis", añadió.

Según dijo, algunos comerciantes han optado por contratar seguridad privada para proteger a los turistas. Muchos son víctimas de agresiones y robos, detallaron los dueños de un establecimiento del lugar, que han visto con sus propios ojos como más de 20 meretrices, la mayoría atrapadas en las mafias, campan por las calles en busca de clientela. Algunas entran, incluso, en las terrazas para captar a los hombres.

La policía, pese haber doblado su número, se ve impotente, aunque hubo vecinos que no dudaron en aludir a la actitud pasividad de los agentes en este cometido.

Todos ellos no cesaron de reclamar al alcalde Carlos Delgado que combata la prostitución con la misma contundencia que a los ticketeros y vendedores ambulantes. Que ponga fin al conflicto o "que se las lleve a su casa", sugirió uno de ellos.