Tomàs, Rabasco y Alado se tomarán un largo respiro. El juicio no se retomará hasta el 2 septiembre. Los magistrados que dirigen el proceso, Juan Catany, Eduardo Calderón y Diego Gómez-Reino, aceptaron ayer la propuesta del fiscal anticorrupción, Juan Carrau, quien el pasado jueves solicitó el aplazamiento del juicio a la espera de la llegada de algunos de los testigos ausentes de la isla.

La defensa también se adhirió al sugerimiento. Rafael Perera, abogado del alcalde Lluc Tomàs, considera que la declaración de Juan Cañellas, interventor del Ayuntamiento, será "importantísima" para dar fe de que no hubo irregularidades y, por tanto, para demostrar su "total inocencia".

La vista de ayer fue breve pero intensa. Quizás con menos público de lo habitual. Aunque sí comparecieron los incondicionales de los imputados, entre ellos Antonia Sunyer, ex edil de Fiestas, y uno de los testigos ´estrella´ del juicio. Se desplazó hasta la Audiencia para apoyar a Tomàs. Pero llegó tarde. Los jueces ya habían levantado la sesión. Sunyer no quiso hacer declaraciones. Se fue con la comitiva llucmajorera, no sin antes saludar a Rabasco, al que se le pudo ver tomando un café con Valdivia y Aldao en una concurrida terraza.