El penúltimo capítulo de la crisis de gobierno de Búger se vivió anoche con la dimisión del alcalde, Pere Perelló (PSM). El último capítulo se escribirá el viernes 11 o el sábado 12, fechas que se barajan para la elección del nuevo alcalde. Todo indica que el PP va a obtener la alcaldía por primera vez.
Bartomeu Alemany será alcalde por mayoría simple. El PSM ha anunciado que no apoyará a ningún candidato y que, "como es lógico", renuncia a presentarse. PP y UM no han llegado a un acuerdo para formalizar un pacto por lo que la única opción que queda es la de Alemany, que será el primer alcalde del PP de municipio.
Búger ha tenido tres alcaldes desde el advenimiento de la democracia: Miquel Amengual (UM), Manuel Patiño (UM) y Pere Perelló (PSM).
Antecedentes
La crisis municipal comenzó hace tres meses cuando el PSM entabló conversaciones con el PP para llegar a acuerdos puntuales. En esos momentos PSM y UM tenían un pacto de gobierno. UM se molestó mucho al saber de la reunión mencionada y tras algunas discusiones anunció la ruptura del pacto.
Anoche, el pequeño salón de plenos consistorial se vio desbordado por la asistencia de vecinos y representantes de otros municipios. Pere Perelló renunció al cargo de alcalde y agradeció el apoyo recibido por parte del pueblo.
Perelló hizo un discurso cargado de reproches a UM y ninguna alusión al PP. Culpó de la situación a sus ex-socios de quienes dijo que no habían querido consensuar temas y que habían roto el pacto unilateralmente "como consecuencia de la presentación de los presupuestos".
Manuel Patiño (UM) intervino para "desmentir algunas acusaciones pues es imposible llegar a acuerdos con un partido que ni siquiera quiere sentarse a hablar". El portavoz de UM insistió en que "desde que se plantearon los presupuestos hace tres meses y expresamos nuestra disconformidad no hemos tenido ni una reunión con el alcalde". Patiño sugirió que si Perelló dimitiese como concejal se podría intentar un nuevo pacto.
Alemany fue más comedido y felicitó a Perelló por su decisión.
