Jordi Llaneras fue reelegido hace menos de una semana presidente de la cooperativa agrícola Alpira de Algaida, que ve en la diversificación su futuro comercial.

-¿Cuándo se formó Alpira y de dónde proviene el nombre de la cooperativa?

-Se formó en 1979, aunque hasta un año después no entró en actividad. Y el nombre es simplemente la unión de las primera sílabas de Algaida, Pina y Randa, los tres núcleos del municipio.

-¿Siempre ha estado dentro de Algaida?

-No, empezamos en el matadero, en las afueras. En 1984 ya vinimos aquí, cuando cerró la fábrica de harina, lo que había sido también la primera fábrica de electricidad de la zona.

-¿Con cuántos socios cuenta Alpira en la actualidad?

-Con 67 afiliados, pese a que en nuestros inicios llegamos a ser 160 personas.

-¿La crisis es aún más pronunciada en el sector?

-Sí, estamos necesitados de ayudas. Por ejemplo, durante el temporal de finales de año, se nos estropeó nuestra báscula exterior. Aún está por arreglar, no podemos hacer frente a los 13.000 euros que cuesta solos.

-¿Y cuáles son las soluciones?

-La diversificación del producto. Hace un tiempo que tenemos un espacio para el producto ecológico. Hoy en día lo que más vendemos son piensos de perro, gato y caballo.

-¿La clientela ha variado durante estos años?

-Tampoco tanto, siguen viniendo los mismos del pueblo de toda la vida.