Vecinos residentes en las inmediaciones de la estación depuradora de Pollença han denunciado la existencia de "fuertes olores" procedentes de la estación que podrían proceder de una serie de vertidos de aguas residuales que, según aseguran, habrían llegado al mar a través del torrente de Sant Jordi.

Fuentes vecinales explicaron a este diario que en los últimos días la situación es "insoportable" y que en algunos casos, "la gente que vive cerca de la depuradora tiene que vivir con todas las ventanas y puertas de su casa cerradas para evitar que los malos olores impregnen las viviendas". Además, el fuerte calor y la humedad ambiental de estos días ha intensificado todavía más los olores desagradables procedentes de la infraestructura.

Por su parte, el portavoz del grupo municipal del PP en el ayuntamiento de Pollença, Tomeu Cifre, aseguró ayer que ha recibido numerosas quejas vecinales por esta cuestión y añadió que "no es la primera vez que pasa", a pesar de que la estación depuradora fue construida recientemente, en la pasada legislatura gobernada por un pacto integrado por PP y UM.

Cifre recuerda que en el último pleno ordinario, celebrado la semana pasada, preguntó al equipo de gobierno si habían constatado la existencia de alguna irregularidad en la depuradora que podría haber provocado los fuertes olores, ya que "se han registrado quejas reiteradas" por parte de los vecinos de la zona. "No contestaron a ninguna pregunta", lamenta el portavoz del principal grupo de la oposición.

El líder del PP local cree que "se trata de un problema de mantenimiento de la depuradora", por lo que insta al equipo de gobierno municipal a "reclamar a la conselleria de Medio Ambiente una actuación urgente para solucionar el problema". Cifre asegura que los vertidos de aguas residuales "han llegado al mar, ya que el otro día se apreciaba una mancha negra cerca de la costa".

La versión municipal

El alcalde de Pollença, Joan Cerdà (UM), aseguró ayer que no se ha registrado ningún problema en la depuradora. El primer edil se puso en contacto con el gerente del Institut Balear de l´Aigua i la Qualitat Ambiental, Damià Nicolau, y éste garantizó que "no se ha producido ningún incidente" en la infraestructura.

Cerdà apuntó que "es normal" que una depuradora provoque malos olores y achacó las quejas de los vecinos a las tareas de limpieza que se realizaron la pasada semana en la estación y que "podrían haber provocado que los malos olores sean más fuertes de lo habitual".