La conselleria de Economía y Hacienda clausuró el lunes la oficina de recaudación de impuestos de Sóller, una medida que ha sentado mal al Ayuntamiento, que anunció que "se tomarán medidas" por haberse realizado el cierre antes de lo previsto.

La oficina de recaudación se encarga del cobro de los impuestos municipales en virtud de un acuerdo con el Consistorio, que se adoptó la pasada legislatura y que establecía la cesión al Govern de la competencia municipal de recaudación de tributos.

Tras su toma de posesión, el nuevo equipo de gobierno de Sóller anunció que volvería a municipalizar este servicio y en un pleno se acordó revocar los acuerdos con Hacienda a partir del 31 de diciembre de 2007.