Personal del puerto deportivo Alcúdiamar llevó a cabo ayer un día de formación del personal dentro de un plan de emergencias. Lo más espectacular de la jornada fue un simulacro que tuvo lugar a partir de las 17 horas. Se simuló un incendio en una embarcación y también un derrame de hidrocarburos en el mar.

El personal no estaba advertido de este simulacro, por lo que se vio su tiempo de respuesta y preparación sobre el terreno.

El simulacro comenzó a las 17,17 horas, cuando un supuesto cliente del puerto avistó un fuego en una embarcación y dio el aviso a la torre de capitanía. A partir de ahí se puso en marcha un protocolo de procedimiento en el que intervinieron personal de Alcúdiamar, bomberos del Consell de Mallorca y el servicio de emergencias 061.

Se agregó al simulacro un supuesto herido para evaluar mejor la actuación de los diferentes equipos combinados.

El técnico especialista Pep Cerdà, miembro de la empresa consultora que efectuaba la evaluación, aseguró que se había respondido en los términos esperados.

Bartomeu Bestard, director de Alcúdiamar, declaró que "este tipo de formación eleva la profesionalidad de los medios humanos y nos permite ver la necesidad de los medios técnicos precisos". Bestard considera que el puerto deportivo es un "pequeño pueblo, pues diariamente hay unas 500 personas que trabajan en él".