El consell de Govern ratificó el pasado 11 de mayo una decisión anterior del organismo público Ports de les Illes Balears, dependiente de la conselleria de Obras Públicas, Vivienda y Transportes, mediante la que otorgó la concesión administrativa a la empresa Ocibar, explotadora del club náutico de Port Adriano por un periodo de treinta años, para que ejecute las obras comprendidas en el proyecto básico de ampliación del citado puerto deportivo, situado en el núcleo calvianer de El Toro.

De esta forma, el proyecto de ampliación, que ya tenía todos los permisos por parte de las instituciones competentes, no tiene ningún impedimento legal ni administrativo para ponerse en marcha.

De hecho, el resultado de las pasadas elecciones municipales en Calvià han despejado todas las dudas respecto al futuro de este polémico proyecto, ya que el partido ganador, el PP, siempre se ha manifestado favorable a la ampliación de Port Adriano al considerar que es un proyecto beneficioso para el turismo de calidad.

El otro partido que tenía posibilidades de gobernar, el PSOE, era contrario al proyecto, en contra de los criterios de su propio partido en Madrid, y llegó incluso a presentar una moción al pleno para replantear los permisos que se habían otorgado. UM, por su parte, veía con buenos ojos la ampliación.

El inicio de las obras de ampliación es inminente. Fuentes de la empresa Ocibar afirmaron hace unos meses a este diario que los trabajos se iniciarán próximamente y que éstos tendrán un plazo de ejecución de unos dos años.

El presupuesto de ejecución de las obras ronda los 40 millones de euros y éstas consistirán en la construcción de un nuevo dique que ganará terreno al mar para albergar barcos de gran eslora, de entre 18 y 60 metros. La ampliación incorporará un total de 82 nuevos amarres, por lo que alcanzará los 480 en el total de la instalación portuaria.

Las dudas que generaba el proyecto original de ampliación para la supervivencia de la pequeña playa familiar de El Toro, situada a pocos metros del actual club náutico, llevó al ministerio de Medio Ambiente a obligar a Ocibar a realizar una serie de cambios en el proyecto para asegurar el mínimo impacto ambiental.

Finalmente, la empresa eliminó una de las dos bocanas de entrada al puerto, la más cercana a la playa de El Toro, con el objetivo de alejar el tráfico marítimo de los bañistas y dejar espacio para que el pequeño arenal pueda ser ampliado.

El proyecto causa preocupación entre vecinos y entidades ecologistas debido a la posible destrucción de 25.000 metros cuadrados de posidonia existentes en la zona. La empresa asegura que las obras no dañarán la pradera de esta alga tan beneficiosa para la vida marina en el Mediterráneo.

Permisos a otros puertos

El consell de Govern ha ratificado en sus últimas sesiones los proyectos de obra relativos a otros clubes náuticos de la isla como los de Porto Cristo (Manacor), Porto Petro (Santanyí), Club Nàutic de Cala Rajada (Capdepera), Club Nàutic Serra Nova (Santa Margalida) y Porto Colom (Felanitx). En todos los casos, Ports de les Illes Balears otorga la concesión a las respectivas empresas explotadoras de los puertos por espacio de 30 años.