Olivareros des Pla de Mallorca acordaron ayer en una reunión urgente dejar de vender sus olivas a la cooperativa de Sóller. La inexistencia de una almazara reconocida por la Denominación de Origen (DO) Oli de Mallorca con capacidad suficiente para molturar los dos millones de kilos de oliva de estos productores les obliga a vender su aceite al margen de la DO.

Ayer se produjo una reunión urgente de los afectados, unos 20 en total, tras el anuncio de la cooperativa de Sóller de que sólo compraría una tercera parte del aceite de la variedad picual, que es la mayoritaria en la comarca des Pla. Los payeses manifestaron su "indignación por este anuncio -adelantado en DIARIO de MALLORCA- y además por las manifestaciones del gerente que hablan de que el aceite picual es de sabor más fuerte y más difícil de vender. Lo que tiene que decir el gerente es que ellos no tienen ni idea de lo que es aceite; que empiecen por eso y que se dejen de desacreditar un aceite de calidad excepcional para enmascarar su nula capacidad de gestión", aseguró Pedro Zamora, uno de los olivareros reunidos.

Los afectados acordaron que este año venderán su producción a una empresa privada (Olis Caimari SA) al margen de la Denominación de Origen. Varios de los portavoces defendieron que se habían tenido contactos con la empresa de Caimari y que en principio la oferta superaría los 3 euros por litro de aceite frente a los 2,50 que habrán llegado a cobrar de la cooperativa de Sóller, incluyendo el pago adicional aprobado por esta entidad el miércoles pasado (25 céntimos por litro de aceite del año pasado).

Antoni Mateu, co-propietario de Olis Caimari, manifestó ayer a este periódico que la firma "está dispuesta a sentarse con los productores del Pla y a negociar un precio". La producción de los olivareros del pla de Mallorca "significa un 2 por ciento del aceite que vendemos nosotros -dice Mateu- por lo que la compra del aceite no será un problema. Nosotros necesitamos traer cada año de la Península porque no es suficiente la producción de aquí".

El problema radica en la capacidad de la almazara de Caimari. Ésta puede molturar 25.000 kilos de oliva al día y, aparte de estos productores del Pla, tiene ya adquiridos otros compromisos. Los reunidos ayer acordaron que todo lo que pueda molerse en Caimari se llevará a la almazara de este pueblo y el sobrante se cargará en camiones cuba y será trasladado a una almazara de Alicante para su elaboración.

Josep Oliver, presidente de la DO Oli de Mallorca lamenta la situación: "Los excedentes son siempre un problema. Desde la DO poco podemos hacer más que recomendarles que no salgan y que ellos creen su propia marca y se conviertan en envasadores. Los seis que actualmente están en la DO llevan vendido ya el 70 por cien de lo producido el año pasado. El problema de la cooperativa es de comercialización".

Por su parte, Joan Carles Torrens, director general de Agricultura, tiene previsto reunirse a la mayor brevedad posible con los olivareros. Manifiesta que "si su decisión es la de constituir una nueva cooperativa podemos llegar al 40 por cien de subvención".