Ariany abandonó anoche el club de las localidades que carecen de feria propia. El municipio más joven de la isla (consiguió su independencia en 1982) quiere lograr un sello de garantía para su artesanía y su gastronomía local. Por ello, el Ayuntamiento ha centrado en estas dos vertientes la exposición local que tuvo lugar anoche, en el estreno del mes de agosto y a tenor de la buena presencia de público en el recinto ferial, instalado desde la calle Major hasta la plaza de sa Creu, cabe esperar la continuidad de la muestra local.

La mayoría de los 60 expositores que participó en la primera feria arianyera ofrecían productos artesanales y gastronómicos propios. El alcalde, Antoni Pascual, señalaba que el motivo principal de la exposición no era sumarse a la moda ferial sino dar carta de presentación oficial a la gran gama artesanal que ofrece ese municipio del Pla.

La muestra se abrió antes de las ocho de la noche con la presencia de la consellera de Presidencia y Deportes, Rosa Maria Puig. La llegada de vehículos y visitantes desde las localidades vecinas se intensificó nada más anochecer. Las amplias calles de la villa permitieron el fácil aparcamiento y no se vivieron grandes colapsos, característicos en las conglomeraciones que se suceden en las ferias de otros pueblos.

Productos de cerámica, ganchillo, bordados, pinturas, y la muestra de platos de dos restaurantes del municipio a la que se sumó el deseo de muchos cocineras de la villa de ofrecer la degustación de los platos más típicos centraron la velada arianyera que acabó con un recital de Musica Nostra. También destacó la exposición de fotos antiguas relacionadas con la villa.