Hace más de un mes que el cole terminó pero ayer los niños de Porto Cristo sacaron sus estuches de los cajones de sus pupitres para participar en el concurso de dibujo infantil. El paseo de la Sirena se convirtió en una aula al aire libre. Un centenar de pequeños acudieron a las diez de la mañana a la explanada junto al mar para inspirarse y plasmar su creatividad en un gran papel en blanco que le facilitaba la organización del concurso.

Rotuladores, pinturas de madera, lápices o ceras, en un abrir y cerrar de ojos el color blanco de las mesas cambió. El colorido se apoderó de la pureza de los pupitres. En seguida los participantes se pusieron manos a la obra. Los más pequeños cogieron a sus madres, padres o hermanos y se los llevaron con ellos a su lugar de trabajo. No estaban inspirados. Se encontraban delante de una hoja en blanco, con las pinturas en la mano sin saber qué dibujar. Los mayores les daban algunas ideas. Después de rechazar algunas propuestas, encontraron un dibujo adecuado, su propio dibujo.

Algunos optaron por convertir el papel en el mar lleno de barcas recordando así los momentos de la procesión marítima que el municipio pesquero celebró con gran solemnidad el día de la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. Otros se inspiraron en grandes montañas, valles encantados, castillos o dibujos animados.

Los niños de más edad también participaron. Sus dibujos no parecían obras de un concurso infantil. Su creatividad les convirtió por unas horas en verdaderos artistas. Magníficos paisajes de color negro hechos con ceras eran algunas de sus ideas. El jurado será el encargado de elegir por edades las obras más creativas. Los vecinos de Porto Cristo podrán contemplar en el centro cultural la belleza y la inocencia de los niños trasladados en unos dibujos que los más pequeños crearon con gran alegría. El próximo viernes se entregarán los premios a los participantes del concurso de dibujo infantil.