No es la solución definitiva, pero sí "un primer paso histórico". Así definieron ayer los políticos la mejora sustancial que se ha realizado en la depuradora, que verterá a partir de ahora las aguas fecales con un tratamiento mínimo garantizado al torrente de Sant Jordi y por consiguiente en plena bahía de Pollença, adonde éste desemboca.

Ayer entró en funcionamiento la primera fase de la ampliación que se ejecuta en la planta, y que permitirá este verano doblar hasta 15.000 metros cúbicos diarios -el caudal cifrado en días punta-, su actual capacidad, con un rendimiento de depuración esperado del 70%.

Ni los responsables municipales ni de Medio Ambiente ocultan la histórica problemática: los vertidos al mar de aguas residuales sin el adecuado tratamiento vienen ocasionando problemas puntuales de calidad de las aguas del litoral.

Ayer mismo, alrededor de las 12 horas habían llegado a la planta unos 8.000 metros cúbicos de líquidos fecales: "La depuradora, tal y como la teníamos sólo podía tratar al 100% unos 6.000 metros cúbicos cada día. Ahora todo este caudal puede ser tratado en condiciones", explicó el alcalde, Joan Cerdà (UM).

La infraestructura que ha hecho posible esta mejora es otra pequeña depuradora que se ha construido junto a la actual instalación. Se trata de un sistema de emergencia en el caso de averías cuando la totalidad de la ampliación esté concluida (en 2006). Desde diciembre del año pasado, Medio Ambiente ha hecho "un esfuerzo titánico para tener finalizadas hoy estas obras", explicó el conseller Jaume Font. Así, mientras ahora se prosigue con la ampliación de la planta, la depuradora de emergencia complementa la estación principal para poder asumir todo el caudal.

"Parecía imposible que lo lográramos en un tiempo récord (8 meses) -recordó Font-, pero a partir de hoy toda el agua que llegue a la depuradora tendrá un pre-tratamiento y un tratamiento primario", lo que se traduce en que llegará al torrente depurada al 70% en materia orgánica y sólidos en suspensión. "No se solucionarán todos los problemas, pero sí una parte importante", resumió Cerdà.

Paralelamente a la ampliación de las actuales instalaciones, a finales de este año se iniciará otro proyecto complementario en una finca anexa a la depuradora, para el tratamiento de los fangos. Precisamente ayer el consistorio cedió ante notario el solar a la Conselleria, que invierte entre las dos magnas obras 8,5 millones de euros (más de 1.400 millones de las antiguas pesetas), financiados al 80% con fondos europeos.