La Comisión de Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca ha exigido a la conselleria de Obras Públicas del Govern que un arqueólogo esté a pie de obra durante la construcción de la autopista Palma-Llucmajor. Esta medida trata de garantizar que no se destrocen elementos de valor patrimonial como casetas, pozos o acequias durante los trabajos.

Los responsables de Patrimonio temen que el elevado ritmo de obra que se registra en la citada autopista -debe estar terminada en menos de un año- dañe las construcciones tradicionales.

El director insular de Patrimonio del Consell, Joan Josep Mas, explicó a DIARIO de MALLORCA que la "presencia de un arqueólogo a pie de obra es una de las prescripciones que pusimos cuando se iniciaron las obras. De momento nos están informado puntualmente cuando se detecta algún elemento de interés y creemos que la situación funciona y se están conservando las casetas, pozos y acequias cuyo valor ha sido certificado por los técnicos".

Demolición de paredes

En los últimos días las excavadoras están derribando largos tramos de pared de piedra típica mallorquina para que el trazado de la autovía pueda discurrir. Sobre este aspecto, Mas explicó: "Es normal que se estén demoliendo las paredes de piedra, ya que están por donde discurre el trazado. De todas formas, serán reconstruidas en otro punto de la vía".

Además del experto permanente, los técnicos de patrimonio del Consell realizan visitas periódicas para constatar la conservación de elementos de interés. En este sentido, se han detectado hasta unos 20 ejemplares de edificaciones a conservar. Básicamente se trata de algunas casetas, conocidas popularmente como casetes de roter, y que servían para alojar hace años a los agricultores que acudían a cultivar los campos alejados del núcleo urbano.

Al inicio de las obras, el Consell ya ordenó precintar estos elementos para evitar que las excavadoras los dañaran. Hay que tener en cuenta que en estos momentos existen más de 50 máquinas trabajando en los 8,5 kilómetros de autovía. Asimismo también se están controlando las edificaciones de valor de la variante de Llucmajor.

Estudiando soluciones

El Consell y el Govern están estudiando soluciones para preservar los elementos patrimoniales, ya que alguno de ellos está situados justo en medio por donde debe discurrir el asfalto de la autovía. Algunas de las soluciones que apuntaron desde la Comisión de Patrimonio del Consell es incluir estos edificios en alguna rotonda o incluso desmontarlos y reconstruirlos en otro punto de la zona que no moleste a la autovía.

Un ejemplo concreto es la caseta situada junto a la desviación de s'Arenal, que los técnicos están barajando incluir en el interior de una rotonda de acceso o desviación de la autopista.

Desde Arca se ha pedido a la consellera de Obras Públicas, Mabel Cabrer, y al Consell que se realice un estudio en profundidad de las edificaciones.