Unas balas de paja colocadas en uno de los caminos públicos de es Fangar, Manacor, impidió ayer el paso de unos 20 ciclistas y supuso la indignación de este grupo, que no pudo continuar su ruta por los aledaños de la finca más grande y mejor cuidada de Mallorca, de 30 kilómetros cuadrados.

Los excursionistas se disponían a pasar por el sendero que pasa por el interior de la finca y que ofrece excelentes panorámicas naturales cuando encontraron los montones de paja.

Los afectados alertaron a la Policía Local y Nacional para que comprobaran el cierre del camino.

Los agentes se desplazaron al lugar y observaron que varias balas de paja estaban colocadas de tal manera que impedían el paso.

Hace casi tres meses, unas mil personas reivindicaron la apertura de los caminos públicos de es Fangar para que pudieran ser utilizados por excursionistas y ciclistas.

La marcha estaba organizada por unas 30 entidades de excursionistas y ecologistas que rechazan el plan de permuta de caminos que está negociando el ayuntamiento con la sociedad que gestiona es Fangar y que pretende desviar los senderos por los lindes de la finca.